El rechazo del Padre Lluís Maria Xirinacs.
Avui. Servicio de Información Catalán (S.I.C.). Número 15. Sábado, 15 de Diciembre de 1973. Página 10.
Este documento ha sido recuperado proveniente de la digitalización llevada a cabo por la Universidad Autónoma de Barcelona (U.A.B.) de la revista titulada «Avui. Servicio de Información Catalán (S.I.C.)», que se distribuyó clandestinamente entre Septiembre de 1972 y Julio de 1976.
El pasado 11 de Diciembre los diarios publicaron la noticia que padre Lluís Xirinacs había sido trasladado a Madrid (España) desde la prisión «Modelo» donde estaba encerrado. Parece que ha sido internado en la clínica de la prisión de Carabanchel, a fin y efecto de conducirlo posteriormente a la prisión «concordataria» de Zamora.
Con tal motivo, nos place reproducir un documento que, bajo el título «El rechazo del Padre Lluís Xirinacs», ha sido distribuido ampliamente por toda Cataluña, donde se explica el porqué de su huelga del hambre:
Hermanos,
Tenía el deber de enteraros de que el padre Lluís Maria Xirinacs, encarcelado de nuevo desde el día 23 de Noviembre en la «cárcel Modelo» de Barcelona, empezó el Sábado 1 de Diciembre un nuevo ayuno indefinido.
Cómo sabéis por la prensa, Lluís Xirinacs fue detenido con los 113 que ejercían su derecho de libertad de reunión el día 28 de Octubre en la Parroquia de Santa Maria Mitjancera de Barcelona.
El motivo allegado ahora para su encarcelamiento es el de tener pendiente un juicio en el TOP («Tribunal de Orden Público») por sumario incoado en 1971, con ocasión de un ayuno de veintiún días, para pedir una coordinación de las fuerzas cívicas y políticas de Cataluña para lograr la libertad y la democracia. Lo suspendió a petición de un grupo de prohombres que le aseguraron tal coordinación. La celebración de la primera sesión de la Asamblea de Cataluña el 7 de Noviembre de 1917, ha demostrado que confió acertadamente en una promesa de acción conjunta.
No se presentó a las citaciones de juicio en Madrid en Abril de 1972 ni en Abril de 1973. En Noviembre de 1972 fue detenido de nuevo en Ripoll con motivo de la celebración popular del Primer Cumpleaños de la Asamblea de Cataluña. Al no pagar la multa de 50.000 pesetas que le fue impuesta, fue llevado en la prisión de Zamora. Allí inició una huelga de hambre y de sed que le hizo caer en estado de coma al quinto día, siendo liberado seguidamente.
Xirinacs declaró a principios de 1972: «Si me juzgan, en el juicio haré acto público devolviendo mi Documento "Nacional" de Identidad para que lo hagan llegar al Ministro de Gobernación. Rompo así unos vínculos absurdos, aunque esto me llevará graves consecuencias para mi vida futura (...) En la prisión deseo hacer una huelga de total no cooperación y de hambre, si hace falta hasta que me saquen a la calle... Seguiré el ejemplo maravilloso de Elena Iraola, de Gonzalo Arias y de tantos otros presos políticos, retenidos injustamente, que han antepuesto la dignidad humana a la comodidad».
En caso de llegar a juicio se proponía: «Quiero ser juzgado en catalán, en Cataluña y por unos jueces que no sean cómplices de la nueva Ley de Orden Público, por unos jueces que no pertenezcan al TOP, vergüenza de España, reminiscencia secularizada de la más rancia tradición inquisitorial. Tenéis a la clase obrera y trabajadora crucificada. Un clavo en los pies: Granada. Un clavo en la mano derecha: El Ferrol. Uno en la izquierda: SEAT. Una corona de espinas en la cabeza: Erandio. Una lazada en el costado: Getafe1. Procesáis al obrero y dejáis impune al que mata y manda matar».
Y ha llegado la hora de todo esto. El juicio lo han señalado para el día 26 de Enero. Si Xirinacs persiste en el ayuno que ha empezado el día 1º de Diciembre, la parte en lo referente al juicio no la podrá realizar. Desde la prisión «Modelo» ha dirigido esta declaración adjunta. Estas rayas sirven sólo de preámbulo:
Declaración del Padre Lluís Maria Xirinacs desde la prisión Modelo.
Hoy, día 1 de Diciembre de 1973, en la prisión Modelo de Barcelona, en prisión preventiva, esperando juicio del TOP por «propaganda ilegal», fijado para el 26 de Enero de 1974, he decidido de empezar una huelga del hambre.
Esta decisión es grave y ha sido largamente meditada.
No puedo aceptar que no sean reconocidos los derechos a la libertad de expresión, de reunión y de asociación. Lucho, identificado con los principios de la Asamblea de Cataluña, para que podamos recuperar las libertades nacionales, políticas y sindicales de que estamos privados.
Actualmente hay una larga lista de personas encarceladas porque han defendido y han tratado de ejercer estos derechos. Con la huelga del hambre me solidarizo con las campañas en curso, emprendidas para conseguir la liberación de estos presos, entre los cuales me cuento. Veo que tengo que rehusar un sistema que rehúsa los derechos más elementales.
No acepto mi detención ni la de ninguno de los 113 que, por igual causa, han estado o estamos en la prisión. Antes de nuestra libertad no detendré la huelga.
Las familias de los 113 han presentado en la Conferencia Episcopal un documento pidiendo que haga suya la petición de amnistía y de reconocimiento de los derechos conculcados por el régimen franquista. Más de trescientos cuarenta sacerdotes de toda Cataluña han expedido una larga reflexión pastoral afirmando estos derechos y principios con toda osadía. El cardenal de Barcelona y el obispo de Girona lo han dicho muy claro en sendas homilías: «Hay que garantizar para todos, no sólo para la Iglesia, los derechos fundamentales». Se han adherido otros obispos –como el de La Seu d'Urgell– y los superiores de órdenes religiosas de Cataluña. La Iglesia quiere para todo el pueblo el «privilegio» de la dignidad humana. Espero que la Conferencia Episcopal Española se definirá también en este sentido.
Comienzo, pues, un Adviento de hambre en la esperanza de una Navidad de libertad; comienzo un Diciembre de dificultades para llegar a un Año Santo de vera fraternidad entre los hombres. Que los símbolos de estas fiestas que se acercan se llenen de realidades de carne y de sangre.
Espero una inversión, una auténtica conversión de los responsables del actual estado de cosas cuando todavía hay oportunidad.
Para mí no habrá Navidad ni Año Nuevo si ellos no hacen realidad la liberación que el pueblo pide: todos los 113 a la calle.
Lluís Maria Xirinacs.
Barcelona, 1 de Diciembre de 1973.
Enlace al acceso digitalizado de los diferentes ejemplares de la publicación:
https://mdc.csuc.cat/digital/collection/premsapolc/id/9718
Nota:
1 Referencia a varias personas asesinadas por la Dictadura. Ver «Avui, Servicio de Información Catalán (S.I.C.)», datado del Martes, 15 de Mayo de 1973, número 6, página 5.
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