Al servicio de este pueblo.
Avui. Domingo, 31 de Diciembre de 1978. Página 7.
Razones de una abstención.
Todos habían votado que sí. Uno, que quería votar no, tuvo que irse. Yo era el último de la lista. Cantaron mi nombre. Me puse de pie. Dije: «abstención» y me senté. Del lado del público se escuchó un murmullo. Del lado de mi interior la angustia del camino desconocido, pero inevitable. Después empezó el turno de explicación de votos. El primero era yo. El «Guti», desde arriba de la mesa, me dijo: «Cinco minutos».
–Os ahorro la enumeración de los motivos de mi abstención. La larga lista de artículos o apartados en la votación de los que me abstuve es patente para todo el mundo. Y se reflejó en la prensa en su momento.
Aquí quiero decir que un principio básico de la democracia y lo que le da fuerza es la claridad. Hablaré, pues, corto y claro.
Soy un convencido del derecho soberano del pueblo catalán. Este Estatuto no lo recoge. Por lo tanto, no es válido. Y es necesario que conste. Y no consta en ninguna parte. El error se arrastra desde la confección de la Constitución. Desde la imposibilidad de hacer un Estatuto sin techo, un Estatuto libre. Desde la imposibilidad de hacer previamente elecciones constituyentes catalanas. Desde la imposibilidad de establecer una acción política libremente conjuntada con los otros países catalanes.
Nuestra debilidad, nuestra desunión, el exagerado pactismo con los enemigos tradicionales de nuestra nación lo han hecho imposible.
Esta mayoría que acaba de votar, sí que habéis sido coherentes con vuestro sí a la Constitución. No podíais hacer un Estatuto distinto del que habéis hecho. Habéis hecho un buen servicio al Estado español burgués y centralista, pero, como siempre en política, esto os ha llevado a hacer un mal servicio a nuestro país, la inmensa mayoría del pueblo trabajador de Cataluña y ha desilusionado a los demás pueblos del Estado que tenían sus ojos fijos en nosotros y en lo que nosotros haríamos. Al abandonar las reivindicaciones nacionales básicas de nuestro pueblo habéis dejado solos los luchadores del pueblo vasco.
No votaré no a la obra realizada por unos compañeros catalanes porque, a pesar de haber elegido una vía política, a mi juicio, gravemente equivocada y muy perniciosa para nuestro país, los sigo considerando unos compañeros de lucha que tratan de conseguir para Cataluña lo que creen mejor.
Pero me abstengo en esta votación importante por significar de alguna manera que las prisas de ahora llevan a poca cosa y hace falta preparar un futuro más auténtico con más serenidad y con más firmeza.
Todos los demás oradores explicaron su «sí». Se aplaudieron y fueron aplaudidos. El presidente cerró el acto con unas palabras y cantaron «Els Segadors».
Lluís M. Xirinacs.