Al servicio de este pueblo.
Avui. Sábado, 25 de Noviembre de 1978. Página 5.
La declaración del consejo.
Cuando el miércoles leí en el diario la declaración del Consejo Ejecutivo de la Generalitat a propósito del referéndum constitucional, me disgusté tanto que me pareció oportuno dejar pasar veinticuatro horas de reflexión antes de expresar la impresión que me causó.
Han pasado las veinticuatro horas y cojo el bolígrafo para escribir. Esta declaración, firmada por el presidente Tarradellas y todos los consejeros justamente el 20 de noviembre, dice:
- La Constitución es el marco que permite una amplia y sólida autonomía.
- Consolida la democracia y pone fin a los trágicos enfrentamientos.
- El terrorismo se ha desatado contra esta Constitución.
- La Constitución es la vía de solución de los graves problemas económicos y sociales.
- Condena la abstención con una interpretación parcial indignante.
- Considera necesario el «sí».
Esta declaración en boca del Consejo Ejecutivo de la Generalitat perjudica la pureza democrática del referéndum, en la misma línea del decreto del gobierno que distribuye con parcialidad los espacios televisivos y radiofónicos.
El señor Suárez, como presidente de UCD, puede hacer las declaraciones que quiera. Los señores Pujol, Reventós, Gutiérrez, Sentís, Triginer, Folch, Pi-Sunyer, Espada, Serra, Roig y Codina, como dirigentes o militantes de sus respectivos partidos, pueden también declarar lo que les parezca mejor y hacer todo tipo de recomendaciones de voto.
Pero el Consejo Ejecutivo de la Generalitat es un órgano de un Estado «cuyos poderes emanan del pueblo, en el que reside la soberanía» y que se dispone a preguntar a este pueblo su opinión sobre el texto constitucional con el fin de obedecerla.
Utilizar su autoridad jurídica, política y moral para decantar de entrada el resultado hacia el «sí» no me parece bien y lo digo con toda la energía desde esta columna.
Lluís M. Xirinacs.