Al servicio de este pueblo.
Avui. Jueves, 19 de Octubre de 1978. Página 6.
Muchos millones de votos no al referéndum.
El 4 de octubre, Josep Vallverdú preguntaba, en la página de «Diálogo» del AVUI, si no habría un millón de votos «No» en el referéndum constitucional en todo el Estado. Le interesan sobre todo el millón largo de personas que tienen un deficiente psíquico a la familia.
Realmente estas personas quedarán decepcionadas. Presenté una enmienda pidiendo la gratuidad de los cuidados de los poderes públicos a los deficientes físicos sensoriales y psíquicos y fue rechazada en la comisión constitucional por diecinueve votos en contra y cuatro abstenciones. Hacía días que un grupo de abnegados madrileños dedicados a atender los deficientes se mantenían horas y horas de pie ante el Senado pidiendo esta gratuidad. Los senadores repitieron el argumento de Trias Fargas: «Es fácil pedir, pero de dónde saldrá el dinero?». Estos mismos senadores siempre votan «sí» cuando se trata de conceder créditos de cientos de millones para la Transatlántica o la Telefónica.
En el pleno del Senado, cuando me tocaba defender esta enmienda me vinieron enviados del PSOE a pedirme que retirara ésta y otras enmiendas. Me hicieron todo tipo de presiones, ellos y otros, y retiré las enmiendas en un momento de depresión y debilidad.
Un millón de decepcionados por causa de los deficientes. Un millón de parados. La gente sin vivienda. Los trabajadores en el extranjero que no pueden volver. Los trabajadores que no pueden escolarizar a sus hijos, que no pueden atender a sus ancianos, que no pueden hospitalizar a los enfermos.
La larguísima lista de marginados sociales de todo tipo.
También fue rechazada una enmienda mía que decía: «Los poderes públicos garantizarán los marginados e inadaptados por causas personales, familiares y sociales el derecho a una atención especializada, con el fin de lograr su integración personal y social». Pero para decir «No», amigo Vallverdú, hay otro requisito: poder pensar con la propia cabeza tras recibir una información objetiva y eso precisamente es lo que no será posible con la avalancha de propaganda durante la campaña del referéndum constitucional.
Lluís M. Xirinacs.