Al servicio de este pueblo.
Avui. Sábado, 9 de Septiembre de 1978. Página 7.
Teledirigidos.
En la revista «Interviú» de la semana pasada hay un artículo titulado «UCD sucursal de las multinacionales» y firmado por Júlio Fernández, Juan A. Hervada y Juan Martínez, que viene a poner nombres propios a propósito de la penetración descarada de las multinacionales en España. Primeramente nos presenta la comisión trilateral con sus banqueros e industriales que controlan la economía de América, Oriente y Europa, coronada por la inefable figura del vendedor de cacahuetes Jimmy Carter. La concentración de capital más grande del mundo. El gobierno mundial de hecho.
Después nos insinúa los propósitos de la trilateral con respecto a nuestro Estado. Y finalmente detalla las múltiples personalidades financieras y políticas españolas y en especial las del gobierno de UCD.
Siempre lo he estado diciendo. Existe a nivel español una guerra entre la oligarquía española y las multinacionales. Esta guerra, a nivel político, viene representada por la pugna entre Alianza Popular y Unión de Centro Democrático. A nivel mundial, también existió el Club de Bilderberg, más antiguo y más derechista que la trilateral. Los unos tienen apariencias más autocráticas, los otros, más liberales. Pero todos son hijos del mismo padre. Unos son belicistas y sin embargo terminan las guerras; los otros son pacifistas, pero empiezan todas las guerras, porque son los dueños de las más importantes industrias bélicas.
La CIA está a su servicio. Es la omnipresente fuerza mercenaria internacional de estos tipos de gobiernos mundiales informales. También en la CIA se dibujan las dos tendencias y hay luchas internas. Estas luchas son importadas en el seno de nuestra propia policía.
Actualmente domina la tendencia de fachada liberal. Es ella la que lleva las riendas de poder mundial y la responsabilidad de mantener el orden mundial según sus intereses. La tendencia liberal dulcifica las dictaduras de Portugal, de Formosa, de Grecia, española... Quiere dulcificar las dictaduras de América latina. Pero es ella misma, a través de los partidos autóctonos a su servicio, la que sin contemplaciones desestabiliza estos mismos países cuando el pueblo pide demasiada democracia. Esta misma tendencia se responsabiliza de que se mantengan en África los gobiernos adictos, a pesar de su corrupción y su explotación sin escrúpulos de la población del continente negro.
Reflexión a la hora de votar y a la hora de juzgar ciertos terribles acontecimientos que abundan tanto.
Lluís M. Xirinacs.