Al servicio de este pueblo.
Avui. Martes, 5 de Septiembre de 1978. Página 7.
Equilibrios políticos.
El senador Josep Subirats, siempre tan fino, explicó en el AVUI del primero de Septiembre algunos detalles inéditos de la salida de Audet y mía de la Entesa. Aunque no recuerdo si se lo expresé, le agradecí mucho su esfuerzo de resolver nuestro contencioso sin hacer estropicio. Es una pena que no fuera escuchada su propuesta, plenamente aceptable por nuestra parte.
Después, con nuestra salida, apareció el riesgo de que la Entesa perdiera uno de los dos lugares que tiene en todas las comisiones. El portavoz de UCD, Jiménez Blanco, me sugirió que volver a la Entesa, cuando ya se había pasado el trámite de la firma de conocimiento. Yo le dije que mientras se respetaran las minorías, siempre estaba dispuesto a volver a la Entesa. Jiménez Blanco, ante mí lo insinuó a Portabella. Éste le respondió que no sufriera, que ya se había encontrado otra solución. Pensé que la Entesa no aceptaba el respeto a las minorías.
Me quedé atónito cuando me enteré de la solución. Martí de Riquer, del grupo parlamentario Agrupación Independiente, pasaba a la Entesa para aumentar el número. En unas declaraciones suyas avisaba que era a título provisional, sin ningún compromiso político, con reserva de voto, con derecho a defender lo que quisiera. Lo que se nos negó a nosotros se aceptó a Riquer.
Quiero comentar, también, otra consideración de Subirats. Él es de la opinión de no hacer ninguna enmienda. Teme que en un Senado más derechista que izquierdista cualquier movimiento del texto constitucional del Congreso escorará el barco a la derecha. Pero ¿no piensa el senador Subirats que las enmiendas de la derecha nadie las ha podido evitar, que han llovido con abundancia y contundencia? ¿No cree que un barco con demasiado peso a la derecha sólo se puede equilibrar trasladándose a la izquierda? ¿No ve que los del consenso, para no ceder ante la derecha, tienen el argumento que tampoco ceden ante las enmiendas de izquierda? ¿No ve que el consenso es mayoría, al menos en la comisión, y se lo está llevando todo? ¿No ve que si los únicos mencionados de izquierda, Bandrés y yo, hubieran callado, como los del consenso callan, sólo habrían llenado los oídos de los periodistas y, por tanto, de la opinión pública de argumentos derechistas? ¿No parece que tal y como vamos estamos consiguiendo un ambiente público bastante equilibrado?
Lluís M. Xirinacs.