Al servicio de este pueblo.
Avui. Jueves, 24 de Agosto de 1978. Página 5.
Grosor político.
Jaume Sobrequés, el senador más votado de la circunscripción de Girona, antiguo compañero mío de lucha política y, por lo visto en recientes declaraciones, ahora antagonista político, dices que mi actuación tiene escasa entidad política.
Tienes, Jaume, una idea de la política muy peculiar y muy respetable, pero, a mi juicio, muy estrecha. Hay una infinidad de caminos en la lucha política. Hoy en día todo se ha politizado. No solo se dan una gran variedad de sectores de actuación política, sino que también existe una amplia gama temporal de actuación política. Hay políticos reaccionarios que quieren dirigir la historia hacia atrás, políticos conservadores que quieren detener la historia en el momento actual y políticos progresistas que quieren hacer avanzar la historia.
Podríamos subdividir, aún, estas tres clases de políticos. Sólo quiero subdividir la tercera clase, los políticos progresistas. Observa que el prefijo «pro» significa hacia delante. Dentro de este grupo se pueden marcar dos extremos y un ancho espectro de posiciones intermedias. El límite mínimo lo marca el político coyuntural o pragmático, atento a los problemas del momento. Tiene el peligro del oportunismo, de coincidir en buena parte con las posiciones conservadoras. El límite máximo lo marca el político utópico o ético, atento a los problemas de fondo que se adivinan en el futuro. Tiene el peligro del idealismo, de coincidir en buena parte con actitudes transhistóricas que podríamos calificar de religiosas o doctrinarias.
Tú, Jaume, por lo que dices, pareces identificarte con la primera posición y parece que me identificas con la segunda. No hay derecho de quitar ni a la una ni a la otra la categoría de política. Hay política de corto plazo, política de plazo medio y política de largo plazo. Es difícil conjugar las exigencias políticas, a menudo contradictorias, de los diferentes momentos del tiempo futuro. Existe una ciencia muy moderna, llamada prospectiva, que trata de resolver esta dificultad de programar a diferentes plazos.
Creo que sería una suerte para el país poder disponer de muchos políticos prospectivos. Todo programa político contiene una buena dosis, acertada o equivocada, de prospectiva. Sin embargo, el oportunismo y el coyunturalismo hacen a menudo hoy en día que los partidos se olviden de sus propios programas.
Te sugeriría que pensaras en el sentido etimológico de unas cuantas palabras muy relacionadas:
Político prospectivo es el que mira adelante.
Político profético es el que habla adelante.
Político programático es el que escribe adelante.
Político progresivo es el que camina adelante.
Lluís M. Xirinacs.