Al servicio de este pueblo.
Avui. Viernes, 18 de Agosto de 1978. Página 7.
Socialistas rígidos (II).
No soy enemigo de los socialistas. Soy amigo. Por eso la mía no es una crítica airada, es una crítica dolorosa.
A pesar de que alguien diga lo contrario yo no he criticado el consenso sino sólo la forma de llevarlo. Era necesario que cada pactante hablara claro de lo que pensaba ante el público y luego dijera claramente qué renuncias hacía. No podía ser votado favorablemente todo lo que iba en contra las convicciones del pactante. Ni podían ser votadas en contra las enmiendas de acuerdo con las convicciones del pactante. En ambos casos la actitud de abstención era adecuada.
Cuando el consenso ha llegado al Senado, a parte de las rigideces dogmáticas adecuadas en la Entesa dels Catalans, se ha manifestado una rigidez total, absurda en mi opinión, en la negociación, sobre todo, entre la UCD y el PSOE. La rigidez ha surgido de los socialistas.
El caso extremo es el intento de evitar enmiendas individuales en general. Pero aun la preocupación socialista de evitar enmiendas en los puntos del consenso la encuentro exagerada. De ahí que los socialistas, de momento, han roto el pacto.
Este bloqueo del consenso me parece absurdo porque, si hay peligro de que los senadores derechistas presenten enmiendas reaccionarias, también existe la posibilidad de que los senadores socialdemócratas de UCD, los del PSOE, muchos de los progresistas y socialistas independientes, los de la Entesa, los vascos, y dos senadores del grupo mixto que son mayoría, presenten enmiendas que pueden mejorar el contenido de los artículos pactados en el consenso.
No es personalismo, no es testimonialismo, no es electoralismo, no es afán de protagonismo. Sencillamente es cumplimiento del deber, es trabajo aprovechable de personas elegidas para que los votantes confíen.
¿La voz del Congreso es dogma de fe? ¿No puede mejorar nada la masa de senadores de ideas avanzadas? ¿Por qué no olvidemos los adjetivos posesivos, «mis» enmiendas, «tus» enmiendas, y nos dedicamos a estudiarlas todas, vengan de donde vengan, para aceptar las mejores?
Lluís M. Xirinacs.
Nota:
Este artículo es continuación del titulado «Socialistas rígidos (I)», publicado el jueves, 17 de Agosto de 1978.