Al servicio de este pueblo.
Avui. Martes, 8 de Agosto de 1978. Página 9.
La Entesa de unos catalanes.
Veinticuatro horas muy difíciles. Domingo a las ocho de la tarde el portavoz de Entesa dels Catalans ha dado respuesta al requerimiento notarial de Rossend Audet y mío. No puede firmar el conocimiento de nuestras enmiendas al proyecto constitucional sencillamente porque ya no somos de la Entesa. Según él, nos hemos autoexcluido por el hecho de insistir en presentar nuestras enmiendas. Continúa diciendo que el día 4 se tomó el acuerdo de no aceptar enmiendas individuales no avaladas por el grupo. Las nuestras son de las mismas y por lo tanto ellos no las aceptan.
Creo que esto es totalmente antidemocrático, porque nuestro mandato no imperativo (artículo 62,2) nos viene de los electores y nadie nos puede «considerar autoexcluidos» de ninguna parte para ejercer este derecho y este deber. Ellos nos pueden excluir, que es lo que hacen, pero nosotros no nos hemos acaso autoexcluido.
Avión de buena mañana. Larga conversación con el presidente del Senado, asesorado por el letrado mayor. Estaban realmente confundidos. Veían absurdo que tuviéramos que marchar de la Entesa contra nuestra voluntad por este motivo. Larga conversación con el portavoz del grupo mixto. También veía las cosas turbias. Temía aceptarnos, me decía, y cometer una irregularidad más de las que ya se habían cometido.
Encuentro en Benet. «Luis, ya ves, yo no puedo firmar si los partidos no quieren. Y ciertamente los partidos no quieren».
Los partidos catalanes que han ideado esta entesa contra nosotros y contra el respeto básico a la democracia son CDC, PSC y PSUC. Espero que no prospere este estilo de democracia. Pero Benet, senador, también tiene la responsabilidad de aceptar la imposición arrolladora de estos partidos. Como senador y como portavoz tiene unas obligaciones para con el Senado y su reglamento, que le impiden obedecer ciegamente órdenes antidemocráticas. A primera hora de la tarde he hablado con otros grupos parlamentarios, incluso con Jiménez Blanco, de UCD. Nadie, excepto la Entesa, no ha negado ninguna firma de conocimiento. Bandrés es aceptado sin problemas por los vascos. Martin Retortillo, por ejemplo, presenta cuarenta y una enmiendas particulares sin ningún compromiso de su grupo. Bandrés me dice que si esto se consuma protestará ante el presidente del Senado.
Benet ha comunicado al presidente que «hemos dejado de pertenecer» a la Entesa. El presidente lo ha aceptado y el portavoz del grupo mixto ha sido enterado.
Esto se ha consumado. Nos han expulsado, y no lo quieren decir, porque ejercían uno de los deberes más fundamentales e irrenunciables de un representante del pueblo. Todas mis enmiendas son recogidas de la voluntad de multitud de personas que me han pedido que las presentara.
A las ocho de la tarde eran aceptadas nuestras enmiendas, firmadas por el grupo mixto.
Lluís M. Xirinacs.