Al servicio de este pueblo.
Avui. Jueves, 3 de Agosto de 1978. Página 5.
Fuera del consenso, no contra el consenso.
Pleno de la Entesa dels Catalans para el estudio de las enmiendas a presentar al proyecto de Constitución española. Después de un largo debate, me ha parecido ver claro las siguientes conclusiones.
En el Congreso, con altos y bajos, UCD, PSOE, PCE, CDC, ERC y no sé si me dejo algunos más, han llegado a un pacto de consenso sobre la Constitución. Es la primera constitución pactada, dicen, desde el 1812. Las otras fueron Constituciones de clase. Es, por tanto, de todos, no de un partido o de una clase social. Todos hemos hecho sacrificios.
En realidad no es una Constitución de todos. Estos partidos arrastraban muchos votos. No sabemos, ante las importantes opciones actuales, como la de hacer una Constitución, si recogerían ahora tantos votos o no. Tampoco sabemos si votaron porque no tenían nada mejor. Ni podemos olvidar ciertas consideraciones antidemocráticas de las elecciones del 15 de junio, o el tanto por ciento de abstenciones.
Lo cierto es que tienen mucha gente detrás: gente de centro, de derecha y de izquierda. Creo por tanto que el consenso es una victoria importante. Pero parcial.
Quedan fuerzas políticas fuera del pacto constitucional a derecha y la izquierda. A derecha poca gente y mucho dinero, a izquierda mucha gente y poco dinero. A la derecha, en el Parlamento, hay dificultades y senadores independientes y de Alianza Popular. A la izquierda, prácticamente no hay nadie. Esto es malo. Hay que integrar en la democracia todas las fuerzas posibles. El parlamento debe escuchar todas las voces del país, aunque sean minoritarias, y por consiguiente derrotadas, y deben escucharse con respeto y atención.
Visto que, en la Entesa dels Catalans, prácticamente todos optan por alinearse en el consenso, no sólo los senadores de partidos, sino que también los senadores independientes, yo opto por defender las voces de la izquierda que son fuera del consenso, donde hay una gran cantidad de gente marginada políticamente. Ahora seremos derrotados, pero estamos sembrando semillas de futuro, deseadas aun por los pactistas de ahora.
Espero que el pueblo sepa cómo tomar este papel mío, que si tal vez no sería bueno hoy como regla, tal vez es incluso hoy necesario como excepción.
Lluís M. Xirinacs.