Al servicio de este pueblo.
Avui. Viernes, 28 de Julio de 1978. Página 5.
Síes y nos a la Constitución.
Reunión de la Entesa para estudiar la estrategia de los senadores catalanes en los próximos debates constitucionales. Invitados, Jordi Solé Tura, Eduard Martin y Miquel Roca Junyent. Tienen prisa. Se les deja hablar a ellos primero. Son los entendidos catalanes en el debate constitucional del Congreso. Hablan mucho. Nos cuentan los condicionamientos, las variaciones y los perfeccionamientos posibles del texto. Nos piden que actuemos por consenso. Eduard Martín es duro. Condena el testimonialismo. Le parece que habría que tramitar sólo las propuestas de enmiendas aceptadas por el conjunto de la Entesa. De lo contrario, el PSC presentará la suyas, a las que, por lo pronto, renuncia. Nunca avalarán enmiendas contra el título octavo, ni a favor de la República. No jugarán con el testimonialismo. Los tres aconsejan un reglamento interno, que hasta ahora no ha existido, y que nos haga ir a todos juntos. «Así tendrá más fuerza negociadora». Quienes no supieron formar una minoría catalana unida en el Congreso y que presentaron sus enmiendas cada grupo por su cuenta ahora nos piden unión, enmiendas unitarias, consenso en el debate. Sobre todo: defender el texto constitucional.
Alguien más impaciente les interrumpió. Audet afirmó su derecho a presentar enmiendas individuales. «Y las presentaré aunque me dolerá si no las avalan». Yo esperé que los invitados acabaran y se fueran. Entonces pedí la palabra. «Por si acaso el final». Pasaron a otros puntos del orden del día. Al final no quedó tiempo.
A la mañana siguiente, en el diario: «Actitud unánime ante la Constitución. Los senadores de la Entesa acordaron una actitud unitaria en cuanto a la cuestión de Cataluña, de las autonomías y del Estatuto».
Ni se votó ni se acordó nada de eso. Sólo nos comprometemos a reunirnos de nuevo el día 2 para estudiar juntos las enmiendas que cada uno prepare. Dudo mucho que sólo se hagan propuestas conjuntas. Cuando concordamos, sí. Pero es fácil que haya que emplear un sistema mixto de enmiendas individuales, de grupo y conjuntas. Por lo menos para mí, ciertos puntos del texto han quedado demasiado por debajo de los mínimos irrenunciables y entonces lo del testimonialismo se convierte de una voluntad popular pisada, que se quiere hacer pasar por democracia y que no callará.
De momento, tengo síes y tengo nos a la Constitución.
Lluís M. Xirinacs.
