Al servicio de este pueblo.
Avui. Jueves, 27 de Julio de 1978. Página 5.
Prisas constitucionales.
Prisas y tácticas dilatorias son el pan de cada día de las democracias parlamentarias. Los rumores periodísticos apuntan a una posible táctica dilatoria de UCD en el paso de la Constitución por el Senado. Se dice que no convienen a UCD las elecciones municipales antes de Enero de 1979, y están comprometidas estas elecciones para ser convocadas a los treinta días de celebrar el referéndum constitucional. La técnica sería dejar a los senadores la posibilidad de desarrollar su oratoria.
Sin embargo, lo que puedo observar con mi experiencia directa es bien al contrario. Todo son prisas. Prisas que tienen unos motivos. Primero, que el Senado estorba para hacer una Constitución. En ninguna parte del mundo las Cortes constituyentes son bicamerales. Aquí las cosas son diferentes. Pero el Senado existe y se encuentra depositada una parte de la voluntad popular de representación. Segundo, que el Senado es más derechista que el Congreso, y el centro y la izquierda, que juntos suman la gran mayoría del consenso, temen que el Senado hará girar hacia la derecha el proyecto constitucional. Tercero, que en el Senado hay muchos parlamentarios independientes, no sometidos a disciplina, que desbarajustarán y dispersarán el debate y destrozarán lo tejido tan laboriosamente. Y, por último, se observa una escalada de presiones por parte de la derecha en la calle y en los medios de información para forzar a rectificar en la Constitución los avances conseguidos. Aun se habla de que tendremos unas cuantas muertes más para enturbiar más el ambiente.
Una amiga me dice que ha oído en la radio de un taxi que la presidencia del Senado ha decidido que el plazo de diez días para presentar enmiendas comienza hoy. Yo todavía no sé nada oficialmente. Y ¿Cómo puedo hacer enmiendas a un texto que aún no me ha llegado? Ya es pena que en plena canícula tengamos que estar estudiando a pie de buzón, de teléfono, de radio o de puerta para recibir una comunicación fulminante, aquellos a los que nos preocupa la Constitución, mientras otros senadores menos preocupados hacen sus vacaciones. Es otra técnica enrevesada de la prisa.
Antes ya pasaba que el Senado no se nos enviaba a tiempo el orden del día, pero ahora se trata de toda una Constitución.
También en la redacción del reglamento del debate parlamentario hay nervios.
Pido agilidad, pero también serenidad y la cabeza bien fría en estos momentos importantes. Especialmente se lo pido al presidente del Senado.
Lluís M. Xirinacs.