Al servicio de este pueblo.
Avui. Domingo, 23 de Julio de 1978. Página 6.
El contribuyente aterrorizado.
Cada día parece que viene con su carga de atentados. ¡Qué lucha más larga y más espeluznante de muertos está costando esta democracia! Todos hacemos condenas fáciles contra la violencia, pero a todos nos preocupa el trasfondo que hay escondido. Un trasfondo turbio, desconocido, difícil. El terror surge cuando las causas reales de la violencia son desconocidas. Los ciudadanos querrían saber qué pasa detrás de esta diaria depuración sangrienta.
La prensa, las declaraciones oficiales nos tienen acostumbrados a unos cuantos nombres: ETA militar, la policía antidisturbios, la triple A, el GRAPO, ATE... La gente piensa: Unos son las fuerzas de orden público, lo entendemos; otros los vascos radicales, lo entendemos; otros, la extrema derecha, lo entendemos. Lo más equívoco para todos es el GRAPO. Se ha presentado como una extrema izquierda a nivel de todo el Estado.
Sobre el GRAPO hay muchos interrogantes. Sobre los otros no tanto, pero siempre hay sospechas e indicios que detrás de los activistas concretos se mueven hilos poderosos. La opinión pública está dirigida al simplista sistema dual de los de derecha y de los de izquierda. Pero la gente no es tonta. Adivina que en la derecha hay dos tendencias que luchan a muerte en la sombra: los franquistas y las multinacionales, sobre todo de origen americano, apoyadas, como todo el mundo sabe, por una CIA que no ahorra medios para alcanzar sus objetivos. Estas dos tendencias derechistas tienen dos rostros políticos correspondientes: AP y UCD, totalmente honorables.
En la policía, en la guardia civil, en el ejército, en todos los cuerpos de la Administración y de la Magistratura en el inframundo del extremismo parece que hay una guerra sorda entre las dos tendencias para ganar posiciones. Una guerra sorda con todas las sordinas que se quieran imaginar, pero a muerte. Recuerdo que Felipe González, en aquel pleno del Congreso en el que Suárez se vio obligado a explicar el reajuste ministerial, dijo que desde el mismo gobierno, desde Octubre pasado, había sido desestabilizando el país para espantar la izquierda y obligarla a doblarse a la política de la UCD.
Ahora, con las dificultades autonómicas para cerrar la Constitución, también reaparece la desestabilización, que tiene técnicos de la CIA capacitadísimos, justo para reunir la izquierda con UCD en contra de una mayor y más racional autonomía. ¿Casualidad? Nadie habla de eso. Se dice públicamente que esto viene de la extrema izquierda. Se hace pensar a todos que viene de la extrema derecha o de un ejército peligroso.
¿Tardará cuatro meses Felipe González a insinuar posibles alternativas como la otra vez? El pueblo está realmente inquieto. Siempre que aparece el GRAPO no se sabe de dónde vienen los tiros. ¿Dónde está la inteligencia de los servicios de inteligencia sostenidos por el aterrorizado contribuyente?
Lluís M. Xirinacs.