Al servicio de este pueblo.
Avui. Miércoles, 19 de Julio de 1978. Página 9.
Encantador Euskadi.
Sí, Josep M Sanmartí. Los vascos nos van subiendo el techo autonómico con su lucha. Quizás porque han conservado casi hasta nuestros días las virtudes propias de la salvajería. El pueblo vasco no es muy civilizado. Como los niños pequeños que hacen, a menudo, inconveniencias y dejan a los padres avergonzados ante la gente mayor bien educadita. Pero todo el mundo se hace cargo. Son pequeños. Aunque no estén bien adiestrados.
Así son los vascos. No son unos reprimidos como los catalanes civilizados. Dicen lo que sienten y hacen lo que quieren con una ingenuidad recta que en el fondo nos deja encantados a todos. Nos pasamos la vida diciendo que así no se hacen las cosas y las cosas se van haciendo así.
Aquí los partidos y grupos nacionalistas son reprimidos implacablemente por los grandes partidos parlamentarios. «Niño, calla». «Esto no se hace». «Caca». Y ya no digamos como muchísimos militantes, aun de los más encumbrados en los partidos más votados, se autoreprimen y aguantan la caca, como los adultos bien educados.
Los sabios parlamentarios constitucionalistas catalanes habían fabricado un tejadillo toda gracioso para la Constitución, y he aquí que el viento euskaldun se lo ha llevado y nos ha dejado a la intemperie. Menos mal que la generosidad de Pujol ha dicho: «La cuestión es conseguir avances».
Ellos nos quitarán las castañas del fuego. Ellos bailarán y saltarán y nosotros, como siempre, vamos pasando la gorra.
Amigos, hacemos muy mal hecho. Nosotros también tenemos que dar la cara. Debemos presionar por la policía nuestra, por una financiación y sistema tributario nuestro, por una autodeterminación.Y todos juntos también nos equivocamos con los vascos. No tratamos bien su lucha armada. Se ha avalado la gran equivocación de poner de presidente del Consejo Vasco a un socialista. No hemos dado apoyo a su reivindicación sobre Navarra, planteando nuestro problema paralelo de los Países Catalanes. Ahora el gobierno y el PSOE, con arrepentimiento ridículo, estrecho y tardío, comienzan a pactar con el PNV pero se margina y excluye intencionadamente los partidos de la izquierda extraparlamentaria vasca. Y lo que es más grave es que se sigue esta misma política en casa nuestra a la hora de la redacción del Estatuto.
Errores que se van pagando caros como todo el mundo puede ir viendo. Y no hablo de lo que se verá. Si se hace callar a los niños, hablarán las piedras.
Lluís M. Xirinacs.