Al servicio de este pueblo.
Avui. Miércoles, 28 de Junio de 1978. Página 10.
Pragmáticos y éticos.
La sociedad humana es complejísima. Como los hilos de un tapiz, así las diferentes líneas políticas a veces salen a la superficie y a veces avanzan escondidas por la parte de detrás del entramado social.
Es un error de los políticos actuales con votaciones mayoritarias considerar que sólo es política la política de resultados a corto plazo, y llamar testimonialismo una política de resultados a largo plazo. Y es otro error propio de los políticos minoritarios o de los extraparlamentarios considerar que es política la política radical de resultados revolucionarios que resuelva de golpe las opresiones e injusticias y tildar la política contraria de oportunista. Hay hilos que ahora flotan y mañana estarán escondidos y otros que ahora parecen inexistentes y que mañana flotarán. Una sociedad debe velar por lo que es posible ahora y por lo que puede ser posible mañana. Ambas cosas. De lo contrario, los políticos posibilistas se convierten en oportunistas y los políticos previsores de futuro se convierten en testimoniales. Como el árbol que saca, ufana, la hoja del año, pero que ya tiene, escondida en la axila, la hojita del año próximo.
Como dice Jordi Maluquer, la intervención de los diputados catalanes en la Constitución ha sido un ejemplo de posibilismo, pero ha faltado alguien que hiciera alguna afirmación de futuro, por ejemplo, respecto al derecho a la autodeterminación. Se habrían podido repartir el trabajo o, al menos, algún otro diputado catalán habría podido presentar y defender alguna corrección en el sentido de la defensa de este derecho nacional nuestro, que «of the record» Roca, Solé Tura y Martin defienden y que tiene tanto o más derecho de figurar en la Constitución que el derecho de asociación, de reunión o de huelga.
Y lo que veo cierto es que estos políticos podían haber votado abstención como otros grupos parlamentarios de la comisión han practicado tantas veces.
Da pena que entre todos los diputados catalanes no haya quien defienda en voz alta y que la inmensa mayoría, incluidos, seguramente, muchos diputados catalanes llevan en el corazón. Es demasiado fácil limitarse a protestar o limitarse a mendigar. Y como ya vemos que los partidos catalanes mayoritarios en el Parlamento han optado por el posibilismo a corto plazo, es justo que alguien opte por la afirmación de los derechos nacionales irrenunciables, de la democracia a nivel económico, de la abolición de la pena de muerte y de tantos puntos básicos, vetados, de momento por el fascismo aún imperante, pero que algún día se convertirán en patrimonio de nuestra sociedad. Y es justo que pragmáticos y éticos se comprendan, se complementen y dejen de mirarse como enemigos.
Hay que repartirse los papeles sociales sin ventajismos, hace falta representarlos de común acuerdo con respeto y aprecio de todos por todos. Y, al menos, ya que rehuir los peores papeles, sed un poco más espléndidos con aquellos a quienes toca de cumplirlos.
Lluís M. Xirinacs.