Al servicio de este pueblo.
Avui. Viernes, 16 de Junio de 1978. Página 5.
Un año de diálogo con el pueblo.
Ya hace un año que ocurrieron las primeras elecciones generales. Por primera vez gente de nuestro pueblo, elegida por nuestro pueblo era invitada en el centro de decisiones de Madrid a intervenir en el ejercicio de los poderes del Estado. Ya desde entonces mi gran preocupación fue de no perder las raíces. El Estado central es un pulpo que lo chupa todo, y me hice el propósito de tener cuidado de no perder nunca el contacto del pueblo raso y sencillo. Hoy, al hacer el año, quiero también rendir cuentas en este sentido.
Durante los cuatro primeros meses, de Junio a octubre, permanecí en la calle delante de la prisión las doce horas diarias, exceptuadas las idas al Senado en Madrid. Allí estuve al alcance de todos. Después me tomé unos días de descanso, dada la ley de amnistía. Del 15 de Noviembre hasta hoy, durante siete meses, siempre a instancias de la gente de barrios y pueblos, he hecho las siguientes conferencias-coloquios:
Barcelonès: Barcelona (17), l'Hospitalet. Vallès Oriental: Bigues, la Llobeta, Mollet, Sant Celoni, Montmeló, Granollers. Vallès Occidental: Terrassa, Castellbisbal. Baix Llobregat: El Papiol, Torrelles, Sant Boi. Maresme: Montgat, Alella. Osona: Rupit, Vic. Baix Empordà: Torroella de Montgrí, La Bisbal. Segrià: Lleida. La Selva: Arbúcies. Bages: Callús, Artés, Manresa. Segarra: Cervera. Solsonès: Solsona. Urgell: Tornabous, Bellcaire. La Noguera: Térmens, Bellvís, Albesa. Las Garrigues: Arbeca, La Granadella. Garraf: Vilanova i la Geltrú. Baix Penedès: Llorenç. Tarragonès: Tarragona. Baix Camp: Reus. Baleares: Palma de Mallorca. País Valenciano: Alicante, Alcoy. Murcia (3). Málaga (2). Madrid (5). Zaragoza. País Vasco: Donostia (2). Eibar, Iruña. Galicia: El Ferrol, Ourense, Pontevedra, Lugo. Asturias: Gijón. Trabajadores emigrados a Suiza: Zúrich (2), Sankt Gallen (6).
Más de ochenta conversaciones largas con el pueblo y muchas otras que he tenido que negar por imposibilidad material de asistir. No hablo de las conversaciones espontáneas por la calle, en el metro, en el autobús, en un bar, en el avión, etc. La autoridad en la dictadura está hecha para mandar al pueblo, en la democracia está hecha para obedecer al pueblo.
Lluís M. Xirinacs.