Al servicio de este pueblo.
Avui. Martes, 13 de Junio de 1978. Página 5.
Bellvís, Albesa y la Granadella.
Un fin de semana para las comarcas de la Terra Ferma (Tierra Firme). Sábado por la noche fui a Bellvís, entre el Urgell y la Noguera. Domingo por la mañana, en Albesa de la Noguera, entre la ribera pallaresa y la ribagorzana. Y el domingo por la tarde, en la Granadella, en el corazón de las Garrigues Altes. Los tres pueblos sacudidos por las elecciones a Cámaras Agrarias. Sólo en el segundo alguien salió en defensa de las Cámaras, al menos mientras no se las sustituyen por otra cosa. En la Granadella, la Unió de Pagesos se mostraba exultante y satisfecha de su victoria. Las situaciones de transición son difíciles, y los agricultores están inquietos. Hace falta con urgencia que la conselleria de Agricultura asuma en cada pueblo las funciones técnicas que ahora realizan las Cámaras Agrarias, y que se puedan hacer de inmediato las elecciones sindicales del campo.
Otro motivo de inquietud es el retraso de las elecciones municipales. Los ayuntamientos, o no funcionan o funcionan con tensiones muy fuertes y una gran oposición del pueblo. El mismo alcalde, cuando yo pasaba por el pueblo, no sabía si saludarme o no. Aun para los alcaldes la situación es incómoda y embarazosa.
Correspondiéndole a la situación política en general, también en la Terra Ferma plana la desesperanza y el desencanto. Aquella gente no se mama el dedo. Vigilan muy cuidadosamente la situación política en general. No se les escapa ni un detalle. Sus preguntas son exigentes e incisivas. Pero, como tantos otros, dieron demasiada confianza al 15 de Junio del año pasado. No vieron que sólo era un pequeño paso más, adelante, como tantos se habían hecho en años anteriores.
Poco a poco se van despertando de la pasividad y del conformismo y van pasando de la crítica fácil del café de la esquina a la responsabilidad, antes que nada, de la problemática municipal. El tema «La democracia a nivel de pueblo» llena todos los locales. Los agricultores están ávidos de cumplir su papel. Especialmente los jóvenes. También aquellos abuelos que vivieron la República. La generación de enmedio es la más difícil. La Granadella, a muchos kilómetros de las carreteras, tal vez se demostró como la villa más despierta y más responsable.
Lluís M. Xirinacs.