Al servicio de este pueblo.
Avui. Jueves, 8 de Junio de 1978. Página 6.
Uno más de vacaciones.
Ante una columna mía, titulada «Sociedad culpable», María Dolores Maduell responde con una sugerencia.
Cuando los vecinos de un lugar afectado se quejan del problema de la delincuencia piden más iluminación, más vigilancia, más represión... (solución egoísta: el bien para mí). Cuando los vecinos ven sus hijos en peligro de juntarse con golfos ponen el grito en el cielo y dicen: «Traedlos al correccional, a la cárcel, no los soltéis!» (Solución egoísta: el bien para los míos).
Pero la solución de los delincuentes es otra. En el caso de los menores sin familia, la solución sería que les encontraran una de verdad y así se evitaría que fueran resbalando hacia la marginación y la delincuencia. ¿Habrá familias que quieran aceptar un niño o un adolescente de éstos en su casa? No se trata de una adopción formal, sino de una acogida, como una especie de largas vacaciones en una familia de ambiente sano y amable.
Hasta aquí las reflexiones de Maria Dolors. A mí la idea me parece muy acertada y pienso que en esta entrada de verano muchas familias atrevidas, quizás, podrán programar sus vacaciones con una personita más, con un amigo más durante estos días óptimos para profundizar una amistad, unos nuevos lazos comunitarios que, si todo va bien, podrán continuar de la forma que sea, después de las vacaciones. Así iremos superando con suavidad el concepto cerrado y egoísta de la familia actual, más atenta a favorecer sus propios intereses que a servir a la sociedad que la rodea.
Es una buena propuesta. Pero no olvidemos que representa un pequeño parche puesto a un gran desgarro que no hace más que crecer cada día que pasa por el egoísmo de los poderosos. Hace falta actuar conjuntamente a nivel político, especialmente de partidos hoy en día todavía demasiado faltos de programa de lucha contra la marginación social.
Lluís M. Xirinacs.