Al servicio de este pueblo.
Avui. Miércoles, 31 de Mayo de 1978. Página 5.
Libertad de expresión: laguna legal.
Ayer por la mañana, a las diez menos cuarto, se celebró el juicio de faltas contra diecinueve no-violentos que se encadenaron el día 1 de Marzo en la plaza de Sant Jaume de Barcelona para pedir libertad de expresión y protestar contra el consejo de guerra de los «Joglars».
En la sala no han cabido todos. Un juez, un fiscal, un escribiente, cinco abogados defensores y diecisiete encausados. Periodistas y público aglomerado con gente fuera. El denunciante, un sargento de la policía armada.
El policía declaró en castellano. El fiscal manifestó que no sabía lo suficiente el catalán, salpicando de palabras catalanas su intervención. El juez traducía en catalán las preguntas del fiscal. Los encausados han hablado todos en catalán. Los abogados, en vez de empezar: «Con la venia, señoría» han dicho: «Amb prec de paraula i reverència al tribunal» («Con ruego de palabra y reverencia al tribunal»).
No se ha citado ningún artículo ni ninguna ley, porque estamos en tiempos nuevos con leyes antiguas. Esto vale incluso para el uso que se ha hecho del catalán.
Se ha interrogado al policía. Se ha interrogado a los encausados. Dos maneras de vestir, dos maneras de hablar, dos maneras de pensar. El policía sólo se ratificaba. Los encausados contaban. El juez y ei fiscal escuchaban y parece que lo entendían.
Los encausados habían realizado el hecho con ánimo, no de cometer una falta, sino de ejercer el derecho de libertad de expresión.
El fiscal no ha podido concretar ninguna acusación y los abogados, por lo tanto, no han tenido que intervenir en defensa. Se ha suspendido el juicio porque faltaban dos de los encausados, hasta el 11 de julio.
A la salida los encausados no han querido firmar el acta porque no era redactada en su lengua.
El 1 de Marzo fueron segadas unas cadenas, pero queda todavía un camino largo para segar las cadenas que retienen los «Joglars».
Lluís M. Xirinacs.