Al servicio de este pueblo.
Avui. Miércoles, 24 de Mayo de 1978. Página 5.
Pluralismo y unión.
El otro día me quejé de las dificultades de funcionamiento ágil de la Entesa dels Catalans, debidas, en mi opinión, a las tensiones y luchas existentes entre los partidos que la componen. A las preguntas de «Cataluña Exprés», algún senador responde que estas dificultades son bien naturales puesto que la Entesa es una unión plural de diferentes partidos.
El pluralismo es bueno y aun necesario como estimulador de la creatividad política y social. Si los partidos tienen una función propia, la búsqueda de modelos armónicos de sociedad, una cierta competitividad puede estimular el afinamiento de esta investigación.
También el pluralismo aparece, por otro lado, como una realidad dramática, de momento inevitable pero no necesaria a la larga, como expresión de la lucha de clases. Las clases tal vez un día desaparecerán y entonces cesará esta confrontación que más que plural es dual o polarizada en dos sentidos contrarios.
Pero hay que meditar a fondo que la lucha de clases, a pesar de que afecta de alguna manera todos los aspectos de la realidad humana, no puede pretender agotar la realidad ni de constituir la esencia única. La realidad contiene aspectos con un dinamismo peculiar, en los que la lucha de clases es algo accidental. Hablo, por ejemplo, los derechos humanos fundamentales, el rigor científico y técnico, de los valores artísticos, de los lazos nacionales, de la defensa de estados de derecho. de las leyes de la expresión lingüística, de las relaciones de parentesco, de las leyes del inconsciente individual y colectivo, etc. Para entender esto, hay que observar que Marx y Engels, llevados por la fortísima dinámica opresiva del capitalismo de su tiempo en Europa, hablaron casi exclusivamente de la infraestructura económica como punto de apoyo de las superestructuras e ideologías humanas. Sin embargo existe otra infraestructura no económica, por cierto muy olvidada o reprimida, que fundamenta y condiciona, también inexorablemente, las realidades humanas superiores y es la biología humana física, psíquica y social.
Hace falta, pues, que en la lucha de clases, que enfrenta a los partidos, se respete y se mantenga unitaria la defensa de unos valores que son comunes a los dos bandos contendientes.
Lluís M. Xirinacs.