Al servicio de este pueblo.
Avui. Martes, 23 de Mayo de 1978. Página 6.
Consejo Nacional Catalán.
Ha cesado de su largo peregrinaje y ha podido celebrar por primera vez su conferencia nacional dentro de la patria, en el Centro de Lectura de la ciudad de Reus. Ambiente entrañable. Explosiones afectivas de ilusiones y convicciones reprimidas por tanto tiempo. Viejos luchadores que se encuentran y se abrazan emocionados y que vienen a entregar a las nuevas generaciones la antorcha encendida de una fidelidad a prueba de vida.
Les dije: «El cuerpo humano se deja invadir por los virus de la gripe, pero esta invasión es aprovechada para estimular la creación de anticuerpos que terminan expulsando al invasor y que dejan un superávit de inmunidad en el cuerpo de forma que el estado final es mejor que el inicial». Cataluña ha sido pisada, pero nuestro enderezamiento es imparable.
Me ha interesado el Consejo Nacional Catalán porque los Países Catalanes tienen necesidad de una institucionalización tanto a nivel oficial como a nivel de base. Como la primera ahora resulta difícil, hay que avanzar en la segunda. Aún con vistas a obtener la primera, que el proyecto de Constitución impide, se hace imprescindible la segunda.
No buscamos en el Consejo Nacional Catalán lo que no puede ni quiere dar. Respetuoso con todas las fuerzas y realidades de nuestra tierra, nos invita a la adhesión para defender los valores nacionales. Referencia: J. M. Batista y Roca, apartado de Correos 35388, Barcelona.
Lluís M. Xirinacs.