Al servicio de este pueblo.
Avui. Martes, 9 de Mayo de 1978. Página 5.
Otros pueblos.
Salí de Barcelona inquieto por el estado de salud de Imma Gràcia. También me hacía ilusión asistir a los primeros Juegos Florales en tierra catalana. Había recibido una tarjeta de invitación para asistir al Salón de Ciento. La pasé a la madre. Olga Xirinacs, parienta mía tarragonense, con tatarabuelo común, ganaba la Flor Natural y siendo galardonada tres veces con un premio de los Juegos, se convertía maestra en Gay Saber. Pero en este mundo no se puede hacer todo. Me había comprometido, hacía tiempo, con Galicia y Asturias.
No había estado nunca. Los galleguistas son quizás más derechistas que no izquierdistas. Sin embargo, lo que me sorprendió no fue los galleguistas sino los gallegos. Allí la inmensa mayoría de la gente se siente -no reflexivamente ni políticamente, pero sí instintivamente y vitalmente- gallega. Sorprende no ver inmigración. Todo es autóctono, fuera de los disparates de la gente invasora desde arriba, los colonizadores.
El Ferrol, Ourense, Pontevedra, ciudad y campo. No me canso de ver las maravillas de la capital cultural gallega, Santiago de Compostela.
El último día, que me iba hacia Asturias, me llegó un grito desesperado de Lugo, la provincia cenicienta de Galicia. En un rincón -dicen- peor que Las Hurdes, viven esparcidas en diferentes barrios, unas seis mil personas abandonadas de la mano de Dios. Enteradas que estoy por Galicia, sólo piden que haga un pase por ese pueblo sin carreteras y con unos caminos llenos de barro. Una, dos, tres horas de curvas fangosas.
El programa no lo ha permitido. He ido de Galicia entristecido. Intentaré hacerlo otro día.
Gijón también está sedienta. La gente escucha, pregunta y habla sin cansarse. La gente quiere ser protagonista de sus destinos. Al atardecer hemos paseado nostalgias por la arena de la playa de la gran bahía de Gijón. Asturias duda de su nacionalidad. Más bien se siente región. Su lengua, en diferentes dialectos, se halla en León, Zamora, Salamanca y el norte de Cáceres. y León quiere ir con Castilla. El lenguaje bable quizás no remontará su descenso. Quizás los esfuerzos actuales llegan tarde.
Ya estoy en Barcelona. Finalmente Inmaculada Gracia come y sale en libertad, y los Juegos Florales han vuelto del exilio.
Lluís M. Xirinacs.