Al servicio de este pueblo.
Avui. Viernes, 5 de Mayo de 1978. Página 5.
Descubrir «Lutes».
Josep Maria Orta en el «Mot a la fi» («Palabra al final») de ayer, con un acierto grande, se preguntaba: «¿Cuántos «Lutes» deben de haber en las cárceles estatales, y por la falta de la aureola legendaria que tiene el señor Sánchez , es posible que no se les descubra nunca?».
Acabo de recibir una carta de José Povedano Gimena, desde el penal de Córdoba, fechada el 25 de abril, donde me avisa que sale en libertad el 9 de mayo, de aquí cuatro días.
«Me encuentro raro y deprimido, con un odio infundado y un prurito de revanchismo. Es tan denso mi dolor, que lo toco, espeso, gelatinoso, pesado, asfixiante. Mi dolor no me quiere abandonar. Es duro, triste, deprimente. No tiene lagunas de paz. Sólo ansias de amor y deleite de poder amar.
«Siglo roto por la máquina, dominado por el cronómetro, controlado, verificado. Soledad de cosas inanimadas. Torrentes de palabras que lo niegan todo. Grandes masas gritan para poder llenar el propio vacío. Un vacío palpitante, frío, burlón, cínico, que tal vez, nos nos hace caer en la neurosis, o, tal vez, nos pone a raíz de la locura o dentro de ella misma. Así es nuestro siglo, un siglo de mentira donde el refinamiento nos lleva a la degeneración.
«Pero ¿qué es la degeneración? Si es sólo el dolor que lo envuelve todo. Sólo viven los fabricantes de dolor».
Conozco José desde el año 60. Le dediqué la columna del AVUI del día de Navidad del año pasado. Tiene un historial difícil como tantos y tantos. Tiene talento. Escribe bien.
Amigo Josep M Orta, la solución sería que cada barrio, cada municipio se constituya en asamblea popular y dentro de las responsabilidades del territorio metieran la responsabilidad de los presos, de su atención, de su formación cultural y profesional, de sus familias, de su salida en libertad, tanto si son «Lutes» famosos como si son Josés desconocidos.
Lluís M. Xirinacs.