Al servicio de este pueblo.
Avui. Martes, 2 de Mayo de 1978. Página 6.
Por el Baix Empordà y la Selva.
Monótonamente, voy insistiendo en cada pueblo y en cada barrio que Cataluña es creadora, es original y que no hay que imitar mecánicamente los moldes de democracia que nos rodean y las resoluciones clásicas que encontramos en los libros «progres».
El sábado, a las seis de ta tarde, estaba en Torroella de Montgrí. Había que hablar de asambleas populares y me encontré una casa con más de doscientos socios que promovían todo tipo de actividades populares; además, tal vez se podían contar una treintena de asociaciones, en un pueblo que era la envidia de la comarca. Aun cada año hacen alguna conferencia sobre la no violencia. Un pueblo que está a un milímetro de la Asamblea Popular. Asistieron a la conferencia gente de otros lugares, gente del Alt Empordà, sedientos de organizar el pueblo…
A las diez de la noche estaba en la Bisbal en un precioso castillo. La sala grande rebosante. A media conferencia fue necesario hacer una parada para que entrara más gente que esperaba fuera porque no se cabía. Siempre el pueblo sediento de asumir su soberanía reconocida verbalmente y vetada realmente por todas las Constituciones del mundo. Más importante que mi parlamento fue el descubrimiento de un plan de ordenación territorial de la Bisbal y comarca que afecta, además de la capital, once municipios, plan que ha sido combatido por los grandes intereses y que ha sido consultado democráticamente en decenas de asambleas por todos los barrios y municipios afectados. Un plan que ha sido ejecutado por arquitectos y economistas de la Bisbal mismo. El equipo técnico ahora es llamado por Torroella, por Arbúcies y por todo de otros municipios que van descubriendo qué clase de cosa es, de verdad, servir al pueblo.
Al día siguiente a las doce del mediodía estaba en Arbúcies para hablar de autodeterminación. Público aglomerado, silencioso, radicalmente atento. ¿Por qué el tema nacional pone quizás en vilo a todo el pueblo? ¿Por qué este «suspense» tan acentuado cuando se toca el punto de nuestra soberanía? Los oyentes se sienten crecer por minutos. Los ves ahora salir de su infantilismo; los ves sentirse, sucesivamente, ciudadanos con todos sus derechos; alcaldes con la responsabilidad municipal, soberanos, como si fueran reyes; divinos…
Maravilloso, el pueblo. ¿Por qué le tenemos tanto miedo?
Lluís M. Xirinacs.