Al servicio de este pueblo.
Avui. Miércoles, 12 de Abril de 1978. Página 7.
Polémica Benet-Audet (I).
Anteayer asistí a una sesión plenaria de la Entesa dels Catalans. También estaban los senadores Josep Benet y Rossend Audet. Por segunda vez Audet se opuso a unas manifestaciones de Benet. Ante todos los senadores, Benet reconoció el derecho democrático de Audet de discrepar públicamente de él, como él discrepa públicamente del presidente Tarradellas.
Las manifestaciones de Benet en «La Calle», extracto del epílogo de un libro de próxima aparición, también han suscitado en mí algunas reflexiona críticas.
1. Dice que la falta de concreción en las atribuciones del presidente Tarradellas una vez retornado del exilio, por parte de los partidos catalanes durante la campaña electoral, fue utilizada por Suárez contra los partidos populares.
Yo creo que la falta de concreción fue debida a la victoria electoral de los partidos populares. Si se hubiera concretado que el retorno sólo era simbólico, como quiere Benet, dudo que el pueblo hubiera votado tan masivamente los partidos que querían este tipo de retorno. Buena parte del pueblo se pensaba que los partidos populares querían un presidente de verdad, no sólo simbólico. Y si fuera cierto lo que dice Benet, los partidos populares habrían engañado esta buena parte de pueblo.
2. También a mí, que no soy historiador, me resulta extraño que un historiador pueda decir que al no existir autonomía no puede existir Generalitat. La Generalitat de la República existió desde el 18 de Abril de 1931 y el Estatuto de Autonomía no existió hasta el 15 de Septiembre de 1932, firmado por Alcalá Zamora. Aparte de que lo que ahora tenemos no es una Generalitat definitiva sino una provisional.
Sobre la forma de designación del presidente, recuerdo que en la Entesa discutimos el decreto antes de que lo votáramos. Pregunté a Benet si se podía ofrecer otra redacción alternativa y me dijo que no con un montón de razones. La votación en la Asamblea de Parlamentarios fue unánime.
3. Le duele la congelación de la Asamblea de Parlamentarios. A mí me duelen, por la misma razón, las dificultades que se han puesto a la adaptación de la Asamblea de Cataluña a los momentos actuales. Además, fuimos elegidos para el Parlamento de Madrid y aún no hemos sido capaces de constituirnos en minoría parlamentaria en Madrid los diputados y senadores catalanes para llevar en todo aquello que afecte Cataluña una política unitaria, tan necesaria en este período constitucional.
Lluís M. Xirinacs.