Al servicio de este pueblo.
Avui. Domingo, 2 de Abril de 1978. Página 6.
Cultura de pies a cabeza.
Parece que la afición futbolística pide para Cataluña una selección nacional de fútbol como la que tiene, por ejemplo, Escocia, que es reconocida por la FIFA. El inefable presidente federal Pau Porta, flexible, no dice que no, pero advierte que se necesitan unas condiciones: el reconocimiento de la nacionalidad catalana en la nueva Constitución y la organización de un campeonato catalán de fútbol distinto del campeonato a nivel del Estado español.
Tendremos que ir pensando pues, a montar la Liga Catalana de fútbol. Y quizás, al tratarse de fútbol, será, más fácil y rápido, el reconocimiento de nuestra personalidad nacional que en otros terrenos. No en vano, durante los más oscuros períodos del franquismo, no se presentó ninguna dificultad para organizar ei fútbol según una estructura federal. No sé por qué siempre es más fácil, empezar por los pies que empezar por la cabeza.
Justamente de la cabeza quería hablar, y lo quería hacer pensando en la cabeza de aquella misma ingente cantidad de personal que llena los ateneos de cultura de los pies que son los estadios de fútbol.
Siempre me ha preocupado que las grandes masas humanas obsesivas en la subcultura futbolística, reserven un rincón de su cerebro para otros temas de cultura.
Sí que habrá que hacer un rápido campeonato de fútbol: pero quizás todavía nos corre más deprisa organizar un plan conjunto de cultura popular.
Entusiastas del fútbol, millones de ciudadanos, que cada semana segís con desazón las peripecias de la Liga, y ¿por qué no os apuntáis al Consejo Popular de Cultura Catalana de vuestro barrio? Y sí en vuestro barrio no hay, ¿por qué no en constituís uno? Referencia, teléfono 218.29.33.
La cultura, en toda su amplitud, con todas sus posibilidades escondidas, es un bien al que tiene derecho todo ciudadano. No me refiero a las especialidades, técnicas propias de los especialistas, me refiero al conocimiento y el uso de los valores básicos y fundamentales de la cultura, que elevan el nivel del pueblo y, permiten a este pueblo de dar como frutos maduros servicios superiores de cultura especializada.
Aunque Cataluña depende excesivamente de las aportaciones de. la cultura exterior como depende de la Liga Española de fútbol. Vivimos en el terreno cultural de la importación, los «royalties» extranjeros, de la traducción. Hay que hacer, además de la Liga futbolística, una Liga de competición de cultura popular para obtener un papel digno en la Copa del Mundo de la cultura. ¿Quién montará este campeonato nacional de cultura popular de Cataluña?
Lluís M. Xirinacs.