Al servicio de este pueblo.

Avui. Sábado, 25 de Marzo de 1978. Página 6.

Hambre voluntaria.

Antiguamente, los cristianos, después de la conmemoración de la última cena de Jesús en la tarde del Jueves Santo, empezaban el gran ayuno, que duraba todo el viernes y sábado, y no se terminaba hasta el domingo, después de la celebración pascual de la madrugada. La fiesta de Pascua era tenida como la fiesta principal del año. Cada uno a su estilo, judíos y cristianos, hacían presente la liberación del pueblo de las esclavitudes y de las injusticias que se ciernen sobre los hombres. Recuerdo, también, la famosa carta que, no hace muchos años, circuló por todas partes, bajo el pseudónimo del obispo de Souza, Brasil. También asociaba la Pascua con la liberación del pueblo brasileño de la dura opresión que todavía actualmente sufre de parte de terratenientes, militares y grandes compañías brasileñas y norteamericanas.

Los judíos, explica la Biblia, a menudo antes de entrar en batalla contra sus enemigos, ayunaban rigurosamente y se abstenían de hacer el amor. Parece extraño que antes de entrar en batalla se sometieran a una práctica que los debilitaba.

Hoy, en este sábado santo, quiero recordar el prodigio acaecido en Bolivia hace pocos meses. Después de trece años de regímenes dictatoriales, siete mujeres, con algunos niños, esposas de dirigentes mineros objeto de represalia por parte del gobierno, comienzan una huelga de hambre contra la dictadura. Al principio el gobierno no les da importancia. Los huelguistas aumentan cada día. La huelga se extiende a las seis ciudades más importantes de la nación. Cuaja en universitarios, religiosos y sacerdotes, periodistas, intelectuales y políticos. La policía los desalojaba con violencia. Aun un grupo de generales retirados pidió la dimisión del presidente Hugo Banzer. Éste cedió. Se dio la amnistía sin excepciones, se anunció la normalización sindical y el retorno de los exiliados sin exclusiones.

En tres semanas se transformó el país. Los bolivianos, golpeados por la huelga tomaron conciencia de su poder y consiguieron que los acontecimientos superaran las decisiones del gobierno.

Pascua en Bolivia. Pascua en nuestro país. Armas de debilidad. Mujeres que no comen. Un sábado santo de verdad.

Lluís M. Xirinacs.