Al servicio de este pueblo.
Avui. Miércoles, 22 de Febrero de 1978. Página 6.
¿Cuántas colonias quedan?
La organización para la Unidad Africana acuerda luchar a por la descolonización de las islas Canarias. Parece que no sólo el gobierno y la UCD rechazan esta declaración, sino que también la oposición está indignada. Grandes intereses se juegan en la zona. El Estado español, Marruecos y Mauritania, los saharauis y Argelia y, seguramente, el deseo de Estados Unidos de establecer bases militares, todos juegan a eso y pierden de vista los intereses reales de los canarios. Bajo un tejido tan denso de influencias económico-militares internacionales, la débil vocecita de los ciudadanos canarios, no manipulados desde fuera, se pierde en el vacío.
Es el triste destino de los pueblos. La gran política nunca ha servido a los pueblos, como nunca ha servido a las personas. Simplemente las ha utilizado.
Nos llenamos la boca con lo que todo poder viene del pueblo, o que el pueblo es soberano y la realidad es que los pueblos son tratados por las fuerzas históricas dominantes sin ningún respeto.
También lo acabamos de ver en la elección del presidente del consejo de Euskadi. Fuerzas socialmente antagónicas se han aliado contra los autóctonos nacionales. «Antes roja que rota», esta España que no es ningún pueblo sino una cárcel de pueblos reducidos a colonias del gran Estado oligárquico de los grandes ricos.
¿Qué OUA pedirá, por ejemplo, la descolonización de Cataluña? Yo les aseguro que si el Estado español retiraba su fuerza de Cataluña un par de horas y se comprometía a respetar lo que los catalanes, no manipulados desde fuera, decidieran en este par de horas, estos catalanes declararían nuestra independencia, y nuestra posible unión con los otros pueblos del Estado; si se hacía, se haría en términos de absoluta igualdad de participación en las tareas colectivas, «Tanto monta, monta tanto».
Pero la colonización de los pueblos del Estado continuará más o menos mitigada por el camelo de las regiones, de las nacionalidades, de las pre-autonomías, de las listas de poderes constitucionales, los traspasos de poderes, de los estatutos y de los referendos, lejos, siempre muy lejos del deseo del pueblo, única fuente de todo poder.
Lluís M. Xirinacs.