Al servicio de este pueblo.
Avui. Martes, 21 de Febrero de 1978. Página 7.
Cataluña para los subnormales.
Nos vamos acercando al traspaso de poderes en Cataluña. Nuestra conselleria de Sanidad, entre una montaña de problemas, encontrará los deficientes mentales. El Estado español no se ha ocupado. La seguridad social no cubre la psiquiatría. Forzada por la opinión pública, en vez de atender realmente el problema lo ha solucionado con unas medidas caritativas al viejo estilo. Trabajadores nuestros emigrados en Francia, que quieren volver, no lo pueden hacer porque allí el hijo subnormal es atendido y aquí no encontraría ninguna solución para él. Un trabajador, que quiere volver de Bélgica, y no puede hacerlo por la misma causa, amenaza, desesperado, de venir con una metralleta. Sin embargo ni Francia ni Italia no han resuelto el problema. Aunque allí el Estado no ha asumido su papel plenamente.
En las disposiciones sobre la Escuela Nueva Unificada, la Generalidad de Cataluña, hace cuarenta años, ya reservaba un capítulo a los cuidados de los que entonces se llamaban anormales. Los padres de subnormales profundos (0,50 de coeficiente intelectual) desean que la nueva Generalitat se sitúe a la cabeza en materia de subnormales, junto a los países más avanzados de Europa.
La tarea más urgente es la que afecta a los profundos. Es una tarea limitada y de solución posible. Sólo hay un millar en el Principado. Pero no pueden permanecer en su casa, necesitan los cuidados de un centro especializado.
Los lugares donde mejor lo tienen resuelto son Dinamarca y Holanda. En Dinamarca todo lo paga el Estado, que tiene una subdirección general especializada en subnormales. Aun subvenciona el subnormal que se queda en su casa. En Holanda la asistencia es mixta, por cuenta del Estado y del municipio. Existe un gran centro, a base de módulos limitados, Hartenberg, que se va construyendo por partes, a cargo de una empresa privada. Pero la financiación es pública y lo cubre todo, incluso la amortización de los edificios.
¿Podrá pronto nuestro Principado alcanzar estas metas tan justas?
Lluís M. Xirinacs.