Al servicio de este pueblo.
Avui. Sábado, 28 de Enero de 1978. Página 5.
Crónica de un combate obrero.
El polifacético «cura» Josep Dalmau ha lanzado a la calle un libro escrito hace siete años: Crònica d'un combat obrer (Crónica de un combate obrero). Acción obrera a nivel de empresa en estado puro, en tiempo, ya un poco pasado, de fuerte represión. Cualquier obrero puede coger este libro y encontrar reflejadas sus preocupaciones y angustias. No se trata de unos obreros politizados o antipolitizados. Son obreros y punto.
En medio del alboroto de las elecciones sindicales cae bien la aparición de este libro. Debe de ser verdad lo que el proletariado es la vanguardia de la historia, porque los partidos, sedientos de poder, se han lanzado sobre la clase obrera y la han troceado sin contemplaciones para hacérsela suya. Nadie podrá negar, de CCOO y UGT, que son correas de transmisión de los partidos comunista y socialista respectivamente y que son la fuerza principal.
En un momento histórico, en nuestro país, en el que el papel de los partidos debe ser afianzado, es comprensible la presión de los partidos sobre sindicatos, ayuntamientos, organizaciones de base, etc. Pero no olvidemos que a la larga esto va contra el pueblo y contra la democracia. Ayer Carlos Hugo de Borbón Parma nos lo recordaba en la presentación que hizo de su libro La vía carlista al socialismo autogestionario. Él decía lo contrario. Es necesario que el obrero se reúna en sindicatos que, además del trabajo reivindicativo, asuman el estudio de la producción y de su planificación justa y racional para proponer al gobierno los programas adecuados. No sólo que los partidos respeten la necesaria unidad obrera en el terreno reivindicativo, sino que cedan a los sindicatos la tarea de planificación de la producción.
El libro de Dalmau servirá indudablemente para afianzar la primera etapa de la independencia de los obreros a nivel reivindicativo, fuerza maltrecha en los momentos actuales, y preparará un futuro de más protagonismo de esta clase obrera, tan halagada y tan manipulada por la gente que no es obrera.
Lluís M. Xirinacs.