Al servicio de este pueblo.
Avui. Jueves, 12 de Enero de 1978. Página 6.
Palmaditas mallorquinas para Cataluña.
El Partido Comunista de España en las Islas Baleares y Pitiusas cambiará de nombre y se llamará Partido Comunista de las Islas (PCI). En un mitin en el teatro Balear de Palma de Mallorca, así lo anunció Francesca Bosch, actual secretaria general del partido en las Islas. Del Principado asistía Antoni Gutiérrez, secretario general del PSUC y del País Valenciano, Pilar Bravo, diputada alicantina.
Siempre he dicho que el diferente estatuto de los comunistas en el Principado, donde disponen de un partido propio, el PSUC, por un lado, y por otro el País Valenciano y las Islas Baleares y Pitiusas, donde pertenecen al Partido Comunista de España, ha perjudicado el comunismo y por tanto la clase proletaria en estos últimos países. El viejo principio leninista: «Ningún privilegio nacional y ninguna desigualdad nacional», era conculcado. La excusa viene de la desigual situación de la conciencia nacional en el Principado y en el resto de los Países Catalanes. Gutiérrez dijo en Mallorca que existe la realidad incuestionable fruto de las vinculaciones históricas, culturales y lingüísticas comunes, si bien no hay un nivel de conciencia política que permita en estos momentos una traducción a la práctica política. Con esto parece seguir otro principio leninista que avisa de no favorecer artificialmente las nacionalidades.
Pero, por una parte, se olvida la comunicación económica cada vez más importante entre los Países Catalanes, hace unos días explicada por Muntaner i Pascual y otros, y quizás es la más determinante. Se olvida que Lenin, en su carta, «A propósito del problema de las nacionalidades o sobre la autonomización» del 31 de Diciembre de 1922 ordena que se castigue Ordjomikidze, y pide responsabilidades a Stalin ya Dzerjinskij por haber obligado a los georgianos a entrar en la RSFSR, la federación de repúblicas de Rusia, empleando incluso la violencia física. Dice: «El internacionalismo por parte de la llamada nación grande (aunque sólo sea grande por sus violencias) no se debe reducir a observar la igualdad formal de las naciones, sino también a observar una desigualdad que de parte de la nación opresora, de la nación grande, compense la desigualdad que prácticamente se produce en la vida. Quien no lo entienda sigue siendo pequeño burgués. Es preferible exagerar en cuanto a las concesiones y la suavidad para las minorías nacionales, que pecar por defecto». Aun amenaza con suprimir la unidad del servicio ferroviario, la unidad fiscal, etc., y reducir la unión sólo al terreno militar y diplomático.
No olvidemos que el retraso de conciencia política en el País Valenciano y en las Islas Baleares y Pitiusas tiene una causa definida: la larga opresión de la burguesía española, que ha hecho imperialismo por medio de la gran nación castellana.
Lluís M. Xirinacs.