Al servicio de este pueblo.
Avui. Viernes, 9 de Diciembre de 1977. Página 7.
¿Consejos populares de cultura catalana?
He asistido a la primera parte de la asamblea general de secretariados de barrio del finalizado Congreso de Cultura Catalana. Todos quieren continuar. La función de popularización de la cultura es realmente necesaria ahora y siempre. Es una gran suerte que en los países catalanes se desarrollara un congreso de cultura que ha hecho proliferar unos grupos de divulgación de sus tareas. Ahora se encuentran implantados en muchos barrios, municipios y comarcas de Cataluña del Norte, del Principado, de las Islas Baleares y Pitiusas y del País Valenciano.
He salido de la reunión antes de que se decidiera si en adelante tomarán el nombre de Consejos Populares de Cultura Catalana. Se han precisado sus funciones ante el Estado, los partidos, los sindicatos, las asociaciones de vecinos. Llenan un vacío social bien definido.
A pesar de ciertas tensiones y contradicciones, ha restado patente la unidad de cultura de los Países Catalanes. Primero ha hablado el País Valenciano, a continuación las Islas (Mallorca), después comarcas catalanas y el área metropolitana de Barcelona, y por último, quizás el más preciso y emotivo a la vez, nos ha hablado Miquel Mallol del norte de Cataluña, que nos ha hecho ver que el suyo era el más desgraciado de todos los Países Catalanes. Cada uno con su dialecto, todos nos hemos entendido perfectamente bien. Nos hemos encontrado haciendo la misma labor cultural popular, cada uno con plena autonomía, sin imposiciones de nadie, según un estilo propio. Las imposiciones y mimetismos han sido rechazados. Todo ello es aún muy deficiente, muy indeciso a la hora de estructurarse, pero muy vehemente, muy vivo a la hora de afirmarse. Se adivinan tensiones entre tendencias políticas que, exageradas, podrían aniquilar todos los proyectos. Pienso, sin embargo, que dominará la cordura.
Mientras nuestro pueblo catalán se esfuerza por recuperarse, se prohibe en Barcelona la celebración del congreso de la Liga por los Derechos de los Pueblos. A sugerencia de Ignasi Riera, la asamblea me ha encomendado que publique una protesta enérgica ante unas medidas atentatorias contra la libertad de los pueblos, que considerábamos definitivamente superadas.
¡Que pobrecita es aún la democracia en nuestro país!
Lluís M. Xirinacs.