Al servicio de este pueblo.
Avui. Miércoles, 7 de Diciembre de 1977. Página 7.
Cultura popular.
Este pueblo, como cualquier otro, adquiere la mayoría de edad cuando entra en posesión de una cultura. Pasa igual que con la persona. El temperamento le es dado por los elementos recibidos que componen su personalidad. Pero hay, sobre estos elementos temporales, que hacer un trabajo creador para lograr el carácter. Los pueblos pueden limitarse a tener un temperamento, un conjunto de rasgos diferenciales recibidos de las circunstancias en que se encuentra, o pueden dar un paso adelante y crear un carácter nacional propio, una aportación original al patrimonio general de la humanidad: esto es una cultura nacional.
A la salida de la larga dictadura opresora de nuestra nacionalidad, los Países Catalanes han montado un ambicioso Congreso de Cultura Catalana que ha estado trabajando durante dos años para hacer inventario del «carácter» de Cataluña. El trabajo técnico, más o menos exitoso, ya está terminado. El trabajo pedagógico de hermanar cultura e imágenes populares acaba de empezar. El trabajo técnico puede ir rápido. El trabajo de educación cultural del pueblo es largo y lento. Se ha cerrado el Congreso desde el punto de vista de los ámbitos especializados, pero ha saltado a la prensa un manifiesto que pide la continuidad de la labor del Congreso, de divulgación y de adecuación de la cultura catalana en su sentido más amplio, a la realidad de los barrios, de los pueblos, de las comarcas.
Parece que, al igual que hasta ahora, este trabajo lo han llevado a cabo los secretariados de barrio y de comarcas en el Principado y en las Islas, y los consejos de cultura popular en Valencia, también en adelante serán estas entidades de probada solvencia en un asunto tan delicado y de tanta trascendencia las que se encargarán. Serían de gran ayuda para una comisaría de Cultura Popular dependiendo de la nueva Consejería de Cultura de la Generalitat de Cataluña.
Dentro del Estado español, Cataluña tiene fama de disfrutar de un nivel superior de cultura. Es donde se viaja más, donde se lee más, donde se estudia más. Sin embargo, tenemos una cultura híbrida, con demasiada dosis de importación y por tanto, en buena parte, estéril. Necesitamos una cultura auténticamente nuestra. Y de eso, mucha gente es aun analfabeta.
Mañana se reúnen en asamblea general los secretariados de barrios de Barcelona del Congreso de Cultura Catalana. Les deseo que sepan asumir con coraje el papel que nuestra historia les asigna en estos momentos.
Lluís M. Xirinacs.