Al servicio de este pueblo.
Avui. Domingo, 27 de Noviembre de 1977. Página 6.
Dos estilos de asamblea.
Durante largos meses todos los afectados por el problema de la adecuación de la Asamblea de Cataluña a la nueva situación política hemos podido meditar y sacar conclusiones. Se han hecho debates, se han reunido secretariados, permanentes y plenarias. Por mi parte, he pensado mucho, he escrito mucho, he consultado mucho. En la última reunión mantenida con partidos no parlamentarios llegamos a un posible entendimiento sobre la base de una organización de la Asamblea del Principado estrictamente territorial, donde se excluyeran no sólo los partidos, sino que también toda delegación sectorial o no territorial. Esto dio un cierto optimismo de cara a obtener unanimidad o, cuando menos, consenso amplio.
Sin embargo, en esta misma reunión surgieron las naturales discrepancias debidas a dos concepciones marcadamente diferentes de esta asamblea. Para unos se trata de seguir el mismo estilo de asamblea, para los demás se trata de iniciar un estilo nuevo, a base de una amplia participación que sólo se puede conseguir con un minimalismo programático, con un ambiente de espontaneidad, «la praxis espontánea del pueblo», con una renuncia explícita a aspirar al poder político del Estado. Es necesario que cada delegación territorial pueda explicar lo que vive y que pueda ser de interés general. Por lo menos, en los primeros tiempos habrá que evitar las largas discusiones políticas generales para las que el pueblo raso aún no está preparado.
Y hay, también, hacer como un corte. La vieja Asamblea ha terminado y la nueva todavía no está a punto. En el entretiempo debería funcionar una gestora de la futura Asamblea popular que, coordinando o fomentando las asambleas de base, vaya preparando una asamblea del Principado, popular de verdad.
Son dos estilos muy diferentes los que se quieren reunir en una única institución. En todas las últimas reuniones fue imposible ensayar el estilo sencillo nuevo. La inercia hizo que las largas y complicadas discusiones estuvieran a la orden del día. Hoy, que se celebra la asamblea que debe concretar la transformación, pienso que sería bueno ensayar por separado los dos estilos de asamblea. Quizás más adelante nos volveremos a encontrar.
Lluís M. Xirinacs.