Al servicio de este pueblo.
Avui. Sábado, 26 de Noviembre de 1977. Página 6.
Representación sectorial.
En la Asamblea de Cataluña, junto a las delegaciones territoriales (barrios, pueblos, comarcas) y de las delegaciones de partidos, siempre ha habido delegaciones sectoriales (culturales, sociales, de juventud, de la mujer, sindicales, religiosas, universitarias, profesionales, de catalanes en el extranjero, etc.)
Algunas de estas delegaciones tienen amplia implantación en el Principado, otros son pequeños grupos. Algunas casi no tienen nada que ver con la política, otras difícilmente se pueden distinguir de los partidos políticos. La inmensa mayoría tienen su sede central en Barcelona.
Por un lado, es empobrecedor eliminar estas delegaciones de la Asamblea. Por otro, hay que evitar el predominio centralista barcelonés. Evitar la dificultad de establecer el límite entre los grupos que son partido y los que no lo son. En general, las grandes asambleas se basan exclusivamente en el criterio territorial, que es claro y objetivo. La eliminación de todas las delegaciones no territoriales obliga a estas delegaciones a descentralizarse, a profundizar su implantación en comarcas, pueblos y barrios. Además, a lo largo de las últimas plenarias, permanentes y secretariados se ha visto que los diferentes partidos, que se resistían a abandonar su delegación directa en la Asamblea, parece que avendrían a hacerlo si también desaparecían, a nivel de Principado, las delegaciones sectoriales.
Por todo ello, y a pesar del empobrecimiento que esto representa, me inclino a creer en la supresión de las delegaciones directas no territoriales en general. Sólo me refiero exclusivamente al nivel de Asamblea del Principado. Los niveles territoriales más restringidos deberán debatir y decidir soberanamente qué quieren para sus asambleas correspondientes.
El debate de la exclusión o no exclusión de las delegaciones sectoriales yo lo preveía para más adelante. Es peligroso cambiar demasiadas cosas de golpe. Pero, visto que plantearlo ahora puede hacer obtener un gran consenso, pienso que es bueno hacerlo así. Además, me parece, como ya he dicho alguna otra vez, que hay que plantear la Asamblea de unos servicios técnicos autónomos, pero abiertos a las necesidades del pueblo. Dentro de estos servicios técnicos, a disposición de las asambleas, deberían encontrar su lugar natural todos los grupos sectoriales que se caracterizan por un tipo u otro de especialización.
Lluís M. Xirinacs.