Al servicio de este pueblo.
Avui. Jueves, 10 de Noviembre de 1977. Página 5.
Puntos programáticos de la Asamblea.
El primer punto del orden del día de la reunión del 27 próximo sobre la transformación de la Asamblea de Cataluña se titula: «Fundamentos programáticos».
Una gran mayoría de delegaciones, incluso algunas de las que han abandonado la Asamblea, creen que los cuatro puntos básicos de la Asamblea de Cataluña no han sido alcanzados todavía. Es cierto que otros grupos e instituciones, y aun el pueblo entero, se los han hecho suyos y los reivindican. Pero, como no son exclusiva de nadie, también la Asamblea transformada los puede hacer suyos.
El primer punto versa sobre la amnistía. Nació con intención estrictamente política. Tras la ley de amnistía política del 14 de octubre, todavía quedan serias discriminaciones políticas. Hay que luchar para desterrarlas. Pero, además, por el maniobrerismo del gobierno, se ha politizado el preso social. Y quiere también su oportunidad. Hay posiciones más moderadas y posiciones más radicales, pero el caso nos preocupa a todos.
El segundo punto versa sobre las libertades. Ni las leyes referentes a los derechos humanos personales y colectivos no se han puesto todavía al día, ni todos los partidos son reconocidos. El sistema electoral para garantizar el acceso del pueblo al poder político tiene importantes deficiencias, reconocidas por toda la antigua oposición al régimen franquista. Hay grupos más radicales que quieren ahora una democracia mucho más directa, una mayor identificación de Estado y pueblo, lo que todavía queda muy lejos. Habrá que luchar mucho para conseguirlo sin provocar trágicas marchas atrás. También nos falta lograr el acceso del pueblo al poder económico. Lo más difícil todavía.
El tercer punto versa sobre la consecución de los principios e instituciones configurados en el Estatuto del 32, como marco para el ejercicio de la autodeterminación. Faltan principios e instituciones de ese estatuto. El marco, para hacer un nuevo Estatuto actualizado y plebiscitado como ejercicio del derecho a la autodeterminación, es mucho más débil, y todo el futuro proceso está cargado de interrogantes. La autodeterminación vendrá «dirigida», y ciertas opciones libres no tendrán cabida. La tarea es, pues, inmensa.
El cuarto punto, sobre la coordinación de la lucha, siempre ha estado un poco verde. La cenicienta del programa. Habría que mencionar primeramente la lucha para la coordinación de los Países Catalanes y después la lucha para la coordinación de todos los pueblos ibéricos que lo deseen. Tarea urgente para la buena marcha de todos, pero también imprescindible para nuestra propia buena marcha. Nunca iremos bien nosotros, si los pueblos vecinos nuestros no van resolviendo sus propios problemas.
Mi opción es, sin embargo, que estos cuatro puntos ahora deberían ceder el primer lugar a un punto programático nuevo en el enunciado, aunque es viejo en la tradición práctica de la Asamblea. Ya lo he mencionado otra vez en esta columna, pero es útil repetirlo aquí:
«La Asamblea asume como misión propia, las funciones de autogestión, encuestadora, crítica y movilizadora, frente a las necesidades del pueblo del Principado y de la manera de resolverlas.»
Es la finalidad fundamental de la Asamblea transformada en estrictamente popular. Todos los grupos sociales que tengan interés en estos cinco puntos sería necesario que asistieran a la Asamblea del día 27.
Lluís M. Xirinacs.