Al servicio de este pueblo.
Avui. Martes, 18 de Octubre de 1977. Página 6.
La venganza catalana.
He dejado la calle de Entença. Berenguer de Entença, junto con Bernat de Rocafort, protagonizó en 1305 la famosa venganza catalana contra el emperador bizantino, por el asesinato de Roger de Flor y los catalanes de su cortejo. Los catalanes sabemos quiénes son ei Cid Campeador o Bertran Duguesclin, pero ignoramos la historia de los nombres de nuestras calles, como Entença o Rocafort.
Al pie de la placa «calle de Entença», se ha gestado la nueva venganza catalana. Aquella venganza que contaba tan bien Pablo de Tarso. Si tu enemigo tiene sed, dale de beber, que así acumulas carbones sobre su cabeza.
Como ha dicho admirablemente Manuel Cruells, nuestra lucha es de segunda o tercera generación. La lucha de los últimos años por la amnistía no es más que el epílogo fácil de la larga noche de lucha que ha engullido los mejores de nuestros hijos.
Si, Cruells, no los podremos nunca olvidar. Me siento rabiosamente mediocre ante los innumerables que dieron su vida o sufrieron persecución en los primeros años de la derrota. La calle Entença, antes de ver los mendigos de la paz, ha visto muchas cosas. Ha visto los campeones de la «generación del Campo de la Bota». Al amanecer salían a camionadas, camino de la famosa carretera negra de la Mina. Después venían las familias, no avisadas previamente, a ver a los presos. En el poste de teléfonos, ennegrecido, que aún ahora se yergue junto a la puerta de la prisión, estaba la lista de los fusilados del día. Las mujeres hacían cola. Si el marido estaba, ya no era necesario entrar en prisión a verlo. Algunas se desmayaban. Los vecinos les bajaban una silla.
Una vez, ante la cola que esperaba para entrar, un funcionario, salido de dentro, lanzó un fardo en medio de la acera. Eran los pedazos de un cuerpo muerto dentro. La mujer del interesado en acercarse a recogerlo fue golpeada con la culata por el guardián.
Me lo han explicado todo, Cruells. La llevo dentro esta generación del Campo de la Bota. Si otros no, este senador te promete no olvidarse nunca.
Pero no haremos las cosas al estilo alocado de Berenguer de Entença. Nos han matado Lluís Companys y todo su séquito, pero nuestra venganza por unos caminos nuevos, hechos de cordura. La calle de la «Venganza Catalana», se ha cambiado por la calle del «Amnistía sin rencor». El orgullo de las naciones cede el paso a la convivencia pacífica de las naciones. No en vano han pasado seis siglos. Se acabaron los choques ciegos detrás de diferentes banderas. Se acabó las interminables «vendette» entre los pueblos vecinos primitivos que se ignoran mutuamente. Ahora nuestra valentía consiste en autoconstituir hacernos, colaborando conjuntamente a la armonización de los pueblos vecinos. Ahora los catalanes nos vengan de la opresión sufrida, promoviendo para todos el autogobierno que siempre hemos querido para nosotros. Perdonamos el intento de genocidio trabajando con nuestro empuje tradicional para el bien de todos, incluso de nuestros crueles enemigos.
Valientes para una democracia sensata, este es el estilo de la nueva venganza catalana.
Lluís M. Xirinacs.