Al servicio de este pueblo.
Avui. Viernes, 7 de Octubre de 1977. Página 5.
Un prado sin hierba.
Pobre Prat. Campo de aviación, vía férrea, autovía, polígono industrial, zona portuaria, río que quieren moverlo. He asistido invitado a la sesión informativa que el ministro de Obras Públicas nos ha ofrecido. También nos ha escuchado. Pero no quiero hablar de esta sesión. Quiero hablar de lo que he tenido que estudiar y de lo que me ha dicho la gente de El Prat.
Dice la diputación de Barcelona: «Un objetivo, a menudo señalado, de esta diputación es lograr el desarrollo armónico de todas las comarcas. Por eso hemos intentado, mediante la creación de infraestructuras, la planificación urbanística de los diferentes planes de equipamientos sociales y culturales y, con el resto de las medidas a nuestro alcance, una distribución más equilibrada de la población y la renta de nuestra provincia. Actuaríamos en contra de este principio fundamental que guía nuestras actuaciones, si dábamos apoyo a un proyecto que tendría como resultado principal un efecto contrario al que aspiramos, pues incrementaría la concentración industrial y humana del entorno barcelonés, agravando, aún más, los actuales problemas de congestión, polución y déficits de todo tipo de equipamiento con que se encuentra la zona». (Diputación Provincial de Barcelona. Sesión plenaria, 21 de Julio de 1975).
«Se trata del proyecto de encauzamiento del tramo final del Llobregat (1968), que ha sido cambiado en proyecto de desvío de este tramo, para dar cabida a un superpuerto de Barcelona». (1971).
«Lo que es urgente desde las inundaciones trágicas de 1962 es la canalización. Han pasado quince años y no se ha hecho. Ahora se dice que es urgente el superpuerto de Barcelona» (1971).
La realidad es que, si aceptamos el actual modelo de crecimiento, la urgencia aparece en 1985. No le viene, pues, de seis meses. ¿Por qué no lo dejamos a la Generalitat?. ¿No están supeditadas la ampliación del puerto o la construcción de un puerto nuevo en otro lugar descongestionado, al ordenamiento territorial general del Principado?. ¿No están de acuerdo el ayuntamiento del Prat, los ayuntamientos del Baix Llobregat, la diputación de la provincia de Barcelona? ¿No están de acuerdo las respectivas poblaciones?
Una vez que pueblo y autoridades están de acuerdo, ¿por qué no hacerles caso? Ahorramos expropiaciones, agresiones a la ecología, a la agricultura, al agua para los habitantes, a la industria, al turismo, a posibles inundaciones del aeropuerto. Sólo es un obstáculo para el superpuerto, muy respetable, pero aún no estudiado en el contexto general de Cataluña.
Los aprovechados de la congestión industrial barcelonesa no perdonaron la radicación en Tarragona de la refinería petrolera de Cataluña. Ahora quieren imponernos un superpuerto barcelonés antes de que el urbanismo racional que pueda promover la Generalitat, esté en marcha. En Marsella esto fue rechazado. El superpuerto se hizo en la desembocadura del Ródano. ¿Quizá el nuestro interesaría en Tortosa, con su flamante autopista? Cerca de Valencia, de Barcelona, de Zaragoza, de Bilbao y más cerca de Madrid que el puerto de Barcelona.
¿Por qué no podemos tener unas Asambleas Populares del Prat, del Baix Llobregat, de Tortosa, del Baix Ebre, de Cataluña, que apoyen a nuestras autoridades democráticas en una gestión trascendental para el futuro del país?
Ahora queremos el tramo final del Llobregat, el de siempre, sin desviaciones, canalizado de urgencia. Después elegiremos el mejor lugar de Cataluña para el superpuerto que necesitamos. Y que quede un poco de hierba en el Prat.
Lluís M. Xirinacs.