Al servicio de este pueblo.
Avui. Domingo, 2 de Octubre de 1977. Página 6.
Generalitat y pueblo.
Es difícil de acertar el servicio del pueblo. Bajaba del salón del Parlamento de Cataluña, en este 1 de Octubre memorable, y creía haber hecho un servicio al pueblo votando «sí» a los acuerdos de Perpiñán que nos daban la Generalitat provisional.
En la calle, sin embargo, acaba de llegar una multitud irritada. Venían de la plaza de España. La fuerza de orden había cargado sobre una manifestación que pedía escuelas. Decían que había heridos y un detenido. Rodearon mi coche amenazadoramente. No me dejaban marchar. «Hechos, queremos, y no palabras». Aquella gente desconfiaba de nosotros, de mí. No quería Generalitat, sino especialidades. Quería una escuela, el fin de una detención, moderación de la fuerza pública, etc.
Una hora antes hablaba yo con Antoni Gutiérrez y Josep Anton Baixeras. El Senado permite la creación de una comisión de salvaguarda de los derechos humanos. «Expresa para ti», me decía Baixeras. Escuelas, integridad física, derecho de manifestación, son los concretos y especiales derechos humanos que el pueblo sencillo quiere y que quiere ahora mismo. Pero el «Guti» nos alertó. Hay que vigilar de no hacer demagogia. No hay que desmoralizar las fuerzas de orden. El orden público es necesario, especialmente en estos dificilísimos momentos de transición. El orden público, también, es un bien social, un bien del pueblo que todos debemos estimar y proteger. ¡Ojo! decía, derechos humanos sí, pero orden público también.
Una hora después el mismo «Guti» pedía la intervención de diputados y senadores y, en especial, la intervención del senador y alcalde Socias ante el gobernador para que liberara al detenido en la plaza de España.
Yo pido al pueblo que medite seriamente sobre estas dos especialidades: los derechos humanos y el orden público, que a menudo se contradicen la una con la otra.
Generalidad significa preocuparse de todo. ¡Es difícil de acertar el servicio del pueblo!
Lluís M. Xirinacs.