Al servicio de este pueblo.
Avui. Jueves, 29 de Septiembre de 1977. Página 6.
Transformación o ruptura.
Los partidos ganadores de las elecciones, el que mantiene una actitud más positiva ante mi propuesta de futuro de la Asamblea de Cataluña es el Partido Socialista de Cataluña (Congreso). Salvador Coromina, en nombre del partido, dijo: «Nosotros pensamos que las organizaciones de base de la Asamblea de Cataluña representan una realidad extraordinariamente rica que no debe desaparecer... Ahora, cuando hay unos organismos de representación democrática, como es la Asamblea de Parlamentarios, siguen teniendo un valor como entidades de movilización y de reivindicaciones concretas de las propias comarcas, etc. Todo esto no puede desaparecer y hay que encontrar un tipo de coordinación de estas asambleas y organizaciones de base que, para nosotros, no pasa por la actual Asamblea de Cataluña. Se debe coordinar este movimiento de base, pero no transformando la Asamblea de Cataluña, sino haciendo algo nuevo. La propuesta de Xirinacs tiene mucho valor en el sentido de que reconoce la existencia de unos organismos que son los que tienen que hacer la política en estos momentos y reconoce la riqueza de estas organizaciones de base. Pero no estamos de acuerdo en que sea una «transformación» de la Asamblea de Cataluña» (Avui, 24-9-1977).
En la permanente de la Asamblea de Cataluña del día 18, Salvador Coromina añadió que no aceptaba el nombre de Asamblea Popular de Cataluña, porque este nombre se parecía demasiado a la anterior. Propició una reunión autoconvocada con asistencia de las organizaciones de base y de los partidos para constituir el nuevo organismo coordinador y, una vez constituido, podría desaparecer la presencia directa de los partidos.
En resumen, acepta todo el fondo de la propuesta y pone objeción sólo en la continuidad con la Asamblea de Cataluña y el nombre, que podría indicar una cierta continuidad.
Creo, pues, que podemos contar con su apoyo. Pero, ¿por qué esta alergia a la continuidad? Una de las maravillas de la política inglesa es la de la transformación gradual de sus instituciones sin roturas con la tradición. Así se realizó su revolución burguesa sin, casi, derramamiento de sangre. Qué diferente fue la revolución francesa ¿Por qué este terror a transformar la Asamblea de Cataluña, sin disolverla, sin romper los lazos queridos con el pasado? Los cuatro puntos son todavía vigentes. Se podría añadir un quinto punto, que aproximadamente dijera: «La Asamblea de Cataluña asume las funciones de encuestadora, crítica y movilizadora ante las necesidades del pueblo y de la manera de resolverlas, funciones que, por otra parte, hasta ahora, siempre ha ejercido. Y renuncia a las funciones del poder público y a presentar candidatos a las elecciones políticas».
¿No valdría una Asamblea Popular de Cataluña así?
Lluís M. Xirinacs.