Al servicio de este pueblo.
Avui. Viernes, 9 de Septiembre de 1977. Página 6.
Vertebración y cerebración.
Un pueblo vivo, en movimiento y consciente es como el cuerpo humano, que pertenece al grupo de los vertebrados. Cada vértebra esconde el control de un territorio del cuerpo. Es un control autónomo. En la parte alta de la columna vertebral, ya dentro de la cabeza, existe un «cerebro instintivo» que integra todos los controles territoriales. También un pueblo debe tener control popular espontáneo o «instintivo» para cada zona y una integración general popular igualmente espontánea. Un pueblo que dispone de esta organización popular o social es un pueblo vertebrado. El Principado de Cataluña, con sus asambleas populares de barrio, de municipio, de comarca y general es un pueblo vertebrado. La suya es una vertebración deficiente. Quedan sin asamblea muchos barrios, muchos municipios y muchas comarcas todavía. Y las asambleas existentes disfrutan de unos grados de salud muy variados. Algunas languidecen, otros están eufóricas. En estos días se ha disparado la región de Girona.
Lo dicho hasta aquí pertenece a la zona del instinto colectivo. En el cuerpo humano el cerebro racional no es dentro de los circuitos de la red instintiva. Es puesto en derivación, añadido. Así el instinto y la razón mantienen su propia autonomía y, sin embargo, permanecen interconectados. También en la organización de los pueblos hay que distinguir el nivel popular autónomo y fuente de toda soberanía del nivel del poder político subsidiario, puesto en derivación para añadir, las síntesis científicas, hasta el máximo posible, de los políticos. Vertebración y cerebració. Instinto y razón. El Principado de Cataluña tiene ambas cosas. Durante largos y difíciles años de clandestinidad, ha ido creando su cerebro político y conservado vivas las mínimas instituciones de Estado de que gozaba en los tiempos anteriores de libertad.
Ahora el cerebro catalán acaba de cerrar la trascendental negociación con Madrid, con aquel estilo fino y diplomático propio del cerebro. Y, con autonomía e interconexión, el cuerpo vertebrado catalán prepara la fiesta del Once de Septiembre en todo el Principado y en Barcelona con el estilo firme y recto propio de aquella maravilla de la naturaleza que es el animal vertebrado. Que una cosa, pues, no interfiera en la otra.
Lluís M. Xirinacs.