Diario de un senador.
Mundo Diario. Martes, 27 de Junio de 1978.
Autogestión.
El debate en el Senado a propósito de la interpelación de Sobrequés sobre el proyecto de Ley General de Universidades fue lamentable. Decía el sábado que los catalanes que podían hacerlo no informan de nuestro historial de autonomía y autogestión universitaria. Sobrequés afirmó tajante la voluntad de nuestras universidades de pasar a la Generalitat. «Pero, dijo, me invade el temor de que los términos del proyecto de Constitución sean interpretados en sentido restrictivo».
Mi estupor fue mayúsculo cuando observé que el ministro Cavero movía ostensiblemente la cabeza de arriba a abajo en señal de afirmación. Se ve que sería interpretada en el sentido más restrictivo posible, si de Cavero depende.
Yo pensaba en tantos esfuerzos autogestionarios asumidos por todos los sectores implicados en nuestra Universidad. Recuerdo aquellas grandes asambleas en las que, al lado de profesores y alumnos, participaba en plan de igualdad el personal no docente, incluidas las personas encargadas de la limpieza que siempre suelen ser orilladas como seres inferiores.
Mucho más atrás, recordaba a la Universidad Autónoma de la República que, como dijo Sobrequés, no cayó en la trampa de permitir en Catalunya dos clases de universidades, una catalana y otra castellana.
Y mucho más atrás, recordaba aquellas universidades antiguas en las cuales el rector era un alumno. Pienso como José de Calasanz llegó a rector de la de Lleida, según dicen los biógrafos.
Sumergido en estos pensamientos sentí, metálica, la voz intransigente de Cavero, el ministro de Educación: «Es al Parlamento y no a los movimientos asamblearios, a quien compete establecer el modelo de universidad que nos conviene en la hora presente». Portabella estaba en contra de la forma como Sobrequés presentó las cosas. Yo no tengo datos de la historia universitaria de estos últimos años. Benet, el portavoz, no intervino.
Lluís M. Xirinacs.