Diario de un senador.
Mundo Diario. Miércoles, 14 de Junio de 1978.
Eutanasia para García Valdés.
De nuevo las cárceles van entrando en un callejón sin salida. Acaba de ver la luz pública un comunicado ejemplar de la COPEL de la prisión de hombres de Barcelona. Recomendaría al público que estudiara con calma el texto del comunicado aparecido en los periódicos de ayer. Pensemos que el preso social generalmente llega a la prisión después de un largo proceso de deterioro físico y psíquico. Pensemos que es difícil que tenga equilibrio y serenidad quienes viven continuamente en situaciones límite que destrozarían los nervios de los hombres más templados. No podemos exigir a estos presos la ponderancia y la madurez que podríamos exigir a quienes han vivido en situaciones que podríamos exigir a quienes han vivido en situaciones más normales de vida. Y, sin embargo, los presos más responsables de la COPEL hablan y se portan extraordinariamente bien.
Señalan con exactitud dónde están los males de las prisiones y las causas de los problemas que se acumulan en ellas. Hablan mejor y más claro que el director general de Prisiones García Valdés. Ayer, en su excelente recuadro de «Polémica» en MUNDO DIARIO, Ángel Sánchez defendía a García Valdés de los ataques que sufre en la prensa de derechas y alababa a UCD por su nombramiento. Yo me pongo de corazón a su lado. Y añado que ni UCD, ni el ministro de Justicia, ni los partidos democráticos han hecho nada serio para ayudarle eficazmente. Están, sencillamente, quemando un hombre de auténtica valía. Necesita dinero. Y, aunque él diga que no, necesita el indulto para arrancar con buen pie la reforma penitenciaria.
Pero no me gustan las últimas palabras de García Valdés. Si los poderes no quieren indulto, que se calle. Pero que no diga nada contra éste. El indulto es una estricta cuestión de justicia. El no haberlo dado y el no seguir dándolo es una estricta cuestión de egoísmo partidista, provocador de desgracia, sufrimientos, muertes, odios y deseconomías sin cuento.
Y culpar indiscriminadamente a los presos y disculpar indiscriminadamente a las autoridades de la fuga de presos de Barcelona es otra equivocación mayúscula.
A mi entender la COPEL habló mejor.
Lluís M. Xirinacs.