Diario de un senador.

Mundo Diario. Jueves, 15 de Junio de 1978.

Quince de Junio de 1978.

Un año de Senado. No es necesaria una rendición política de cuentas. He ido dando puntual cuenta; día a día, en esta columna por gentileza de MUNDO DIARIO, desde primeros de Julio del año pasado. Mi gran preocupación fue siempre acercar el pueblo al Senado y el Senado al pueblo con un mínimo de mediaciones.

Un año de Senado. ¿De qué Senado? Este es el nudo central del problema. Con la perspectiva que dan los 365 días de su funcionamiento, debo explicar al público algo que ya supuse cuando me presenté al cargo. Este Senado es algo extraño. Es un ente híbrido de verticalismo y de democracia, con predominio del verticalismo.

1. Por encima de él hay un jefe de Estado no elegido democráticamente.
2. Por encima de él están las Fuerzas Armadas garantizadoras de la Constitución.
3. En la práctica se pusieron encima de él, sin protesta de la Presidencia del mismo, algunas veces, tanto el poder judicial como el ejecutivo.
4. La ley electoral que rige la composición del Senado es injusta y no fue votada democráticamente. Favorece a la derecha, que tiene todas las votaciones ganadas de antemano.
5. La designación a dedo de 40 senadores es otro lastre antidemocrático.
6. La reglamentación actual del Senado arranca de una constitución interina del mismo que determinaron personas no votadas democráticamente.
7. Este cúmulo de circunstancias da que la estructura actual del Senado, de su presidencia, de su mesa, de su junta de portavoces, de sus grupos parlamentarios, de sus comisiones, etc., favorezca el verticalismo sobre la democracia.

Sin embargo, algo se ha avanzado. El Consejo Nacional del Movimiento aún no derogado ya no actúa en nada. El trabajo legislativo y de control del Senado algo ha hecho. No se aceptó ninguna ley realmente progresiva. Hubo unanimidad en leyes como la de cementerios. Pero en muchos asuntos consiguieron mejorar gracias a una labor paciente e ingrata de la oposición que levantó la liebre y permitió que la mayoría se la llevase a su cazuela. Si se tratara de un Senado básicamente democrático votaría en contra en el balance de este año. Pero como se trata de un Senado básicamente verticalista, aún puedo decir que está dando más de lo que esperaba.

Lluís M. Xirinacs.