Diario de un senador.
Mundo Diario. Sábado, 27 de Mayo de 1978.
Jueces y fiscales.
Hace tiempo hablé del poco conocimiento que tienen magistrados y jueces no catalanes que ejercen en Catalunya del derecho catalán. Se levantó una polvareda de indignadas protestas. Sólo alguna vocecilla me dio la razón.
He tenido ocasión de dialogar con personas muy introducidas en el mundo de los jueces y me aseguran que un elevadísimo tanto por ciento de los titulares son personas con mentalidad del sistema que tratamos de superar. Nadie se atreve a plantear claramente la democratización del cuerpo judicial.
El poder judicial es un sector esencial en un estado democrático. Pero en nombre de su independencia nadie se atreve a buscar solución para que esta independencia no acabe en perpetuación de un sistema que el pueblo no quiere.
El único escrúpulo para dejar al senador Chueca Goitia en manos de los tribunales ordinarios fue ese. Pero pensemos que su compañero de proceso no podrá escapar. Lo que tendría que hacer UCD no es salvar a Chueca sino salvarnos a todos. Al día siguiente, en el Pleno, Peces Barba del Brio se refirió a «los cantos de sirena de altos estamentos de la judicatura y de la fiscalía que son restos del fascismo». Y Huerta Argenta se refirió a lo que les cuesta a jueces y magistrados entender la función de los abogados: «Sólo saben por dónde andan los tiros de un proceso los que dan la astilla». Indignado, Landelino Lavilla, ministro de Justicia, dijo: «Quisiera que no hubieran sido dichas una serie de cosas, que en modo alguno quisiera haber oído». Y nada resolvió.
El mundo de la judicatura y de la fiscalía es un coto cerrado. No hay para él medidas democratizadoras.
Lluís M. Xirinacs.