Diario de un senador.
Mundo Diario. Domingo, 21 de Mayo de 1978.
Defensa civil de un pueblo.
Ante la Feria del Libro se anuncian dos obras interesantes, cuyos autores han sido entrevistados en MUNDO DIARIO. Una obra es «L’Evolution de Barcelone et le phenomène catalán» de Andre Bareiy, francés. La otra es «Guia política, sindical i social dels Països Catalans» de Jesús Marc Gutiérrez.
Gutiérrez ha realizado una obra meritoria tratando de catalogar y explicar la inmensa variedad del asociacionismo catalán. No tengo aún el libro pero lo imagino grueso y no exhaustivo. En eso Catalunya es un auténtico milagro. Dice él: «El triunfo global de la izquierda de los Països Catalans no se puede entender si detrás no hubiese una tradición de lucha, y esta lucha es evidente que queda de manifiesto en la capacidad asociativa popular». Poco después explica el ámbito de los Països Catalans para su guía y dice que fue «en principio porque ésta es nuestra nación y reivindicándola con este tipo de obras se avanza hacia una mayor comprensión de nuestra realidad nacional».
Nuestra nación no buscó ni busca el ejercicio de su derecho a la autodeterminación con acciones militares desesperadas. Lucha día a día con el empuje imparable de su potencial asociativo, extendido a todos los sectores y territorios y con voluntad de integración total. Precisamente hoy y mañana en Reus se celebra, en este sentido, la cuarta conferencia del Consell Nacional Català, única estructura unitaria general de los Països Catalans.
Pero estamos cayendo desgraciadamente en una equivocada moda importada que constituye una verdadera paradoja. Sí, el triunfo de la izquierda, como antes la derecha, está desmovilizando y desorganizando al pueblo. Dice Barey que ayer el franquismo y hoy los partidos políticos marginan luchas populares que han evitado la total destrucción de Barcelona. Y cree que «aún logrando una izquierda fuerte, ésta, como en Francia, evitará el combate popular». ¡Ojo!, no vayamos a parar el avance de la defensa civil más eficaz que pueda soñar una nación que quiere ser soberana.
Lluís M. Xirinacs.