Diario de un senador.
Mundo Diario. Domingo, 30 de Abril de 1978.
El mejor 1 de Mayo.
Es el primer 1 de Mayo de la llamada democracia española. Se pactó con el ministro del Interior y el obrero podrá celebrar su día en paz y tranquilidad.
Y para colaborar en tan bello proyecto, los patronos piden auxilio desde Nueva York a todas las fuerzas patronales de Occidente, los financieros piden a Norteamérica que no nos concedan créditos y las ricas gentes del interior se entretienen en fingir suspensiones de pagos y quiebras, en hacer huelga de inversiones y fugar capitales, a ver quién puede más.
Un poco más de un millón de obrerillos no tienen trabajo. Pero son muy malos. Hacen toda clase de trampas y picardías. Hay que multiplicar por cinco el número de inspectores de Trabajo, que para esto sí que hay presupuesto. En cambio la Seguridad Social sólo cubre una cuarta parte de parados con el subsidio de desempleo.
Algo hay que pagar por tener una nueva democracia. Si quiere mandar el pueblo que mande. Los de antes sólo mandan capitales afuera. Y si el obrero quiere celebrar la fiesta del trabajo ¿qué mejor manera de celebrarla que estando en paro? Puede prepararla a fondo, si así lo desea, una semana antes y puede prolongarla en una lúcida octava de festejos.
Nunca un 1 de Mayo había tenido tantas oportunidades.
Lluís M. Xirinacs.