Diario de un senador.
Mundo Diario. Jueves, 13 de Abril de 1978.
Hijos extramatrimoniales.
El proyecto constitucional, en su artículo 34 párrafo segundo dice: «La madre y los hijos, iguales éstos ante la ley con independencia de su filiación, disfrutarán de la protección oficial del Estado y de todos los poderes públicos». Parece, pues, que se superan discriminaciones pasadas respecto a los hijos nacidos fuera del matrimonio. El párrafo tercero dice: «Los padres tienen para con los hijos habidos fuera del matrimonio los mismos deberes que respecto de los nacidos en él, sin perjuicio del respecto a la institución familiar».
Se pone a estos dos párrafos una enmienda de Antonio Carro Martínez, de Alianza Popular, por ser de derecho civil y ley ordinaria.
En cambio otras enmiendas insisten en la protección del niño y algunas quieren que se haga especial referencia al compromiso de cumplir la Declaración de los Derechos del Niño, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas de 20 de Noviembre de 1959. Tal es de Fernández-España (AP), Jorobo Payá (AP) y, especialmente, Mayor Zaragoza (UCD).
María Dolors Calvet, del Grupo Parlamentario Comunista, añade al párrafo primero no trascrito aquí: «Entre los métodos de planificación familiar podrá incluirse la interrupción del embarazo, en las condiciones fijadas por la ley». Y en el párrafo segundo, arriba transcrito, suprime «sin perjuicio del respeto a la institución familiar». Trata pues de dar un paso adelante más revolucionario en la transformación del concepto de la familia, que, por cierto, cuadra bien con los nuevos vientos que se percibieron anteayer en el Senado en su revisión del tratamiento jurídico del adulterio y del amancebamiento.
Sin embargo, según estudiosos consultados, parece que las atenciones a los hijos extramatrimoniales, máxime se aplicarán a los nacidos sólo desde hace dos o tres años, cuanto más. La retroactividad será así absurdamente restringida por miedo a escándalos familiares, o quizá, por miedo más bien a pérdidas económicas del cónyuge o de sus hijos. Habrá así una irritante discriminación para los ciudadanos anteriores a la Constitución. Esperemos que eso se pueda remediar ahora que el Senado ya empieza a servir algo para mejorar el trabajo del Congreso.
Lluís M. Xirinacs.