Diario de un senador.
Mundo Diario. Domingo, 2 de Abril de 1978.
La cara siniestra de las democracias.
Nunca se sabe del todo si lo que publican los diarios es exacto. La prisa del género periodístico produce inexactitudes en todos los niveles de la comunicación. A menudo quien hace declaraciones de viva voz ya no se expresa bien por causa de la precipitación. Luego el periodista que escribe demasiado a vuelapluma o con un magnetófono que grava confuso. Más tarde, la transmisión por teléfono o télex rinde su tributo de equivocaciones, y así sucesivamente hasta las erratas de imprenta que siempre hallan un resquicio para colocarse en el texto final. Y dejemos aparte la manipulación y la censura por razones políticas o económicas.
La prensa publica unas sensacionales declaraciones del cónsul de Mauritania en Las Palmas de Gran Canaria, que se ha pasado espectacularmente al bando del Frente Polisario. ¿Serán exactas? Dice que en la primera quincena de Marzo se celebraron en Las Palmas dos reuniones secretas para preparar atentados terroristas en esta ciudad que, al ser atribuidos a los saharauis, permitiesen expulsar a éstos de las Islas Canarias hacia Marruecos o Mauritania, los representantes del servicio de espionaje de ambos países y elementos españoles.
Huyó el cónsul porque no podía soportar el genocidio de su pueblo saharaui y el papel de cómplice en el juego de las potencias invasoras del Sahara. «Los canarios –comenta– están a favor de la independencia del Sahara».
Las dos reuniones y los atentados terroristas se ubicaban en territorio español. Y entre los asistentes se contaban unos misteriosos elementos españoles.
¿Quién es el terrorista? ¿Contra quién hay que tomar medidas antiterroristas? ¿Quién engaña a la opinión pública atribuye todo el terrorismo a quien no lo comete? ¿Es imprescindible ese siniestro juego sucio de fondo para mantener la democracia?
Es un aviso a la ingenuidad del pueblo. Trabajador que lees las noticias periodísticas, aprende a leer entre líneas. Declaraciones como las del cónsul Emarek Uld Brabim no se oyen todos los días. Mentiras como las que él denuncia, sí. Existen maestros impresionantes en el arte de engañar a la opinión pública. Están muy buscados, muy bien pagados y colocados en puestos de alta responsabilidad pública.
Stalin decía: «Una frase vale más que por lo que dice, por el efecto político que produce», en un célebre libro suyo titulado «Gramática Política».
Lluís M. Xirinacs.