Diario de un senador.
Mundo Diario. Jueves, 23 de Marzo de 1978.
Amor entre los hombres.
Paso el día de Jueves Santo en Suiza. Es el día del amor fraterno. Hay que lavar los pies los unos a los otros. Hay que compartir el pan como hermanos. Cada uno de nosotros debe entregar su vida en alimento y salvación de los demás, como Jesús entrega su vida por nosotros.
Estoy en la Suiza tradicionalmente neutral. Vengo de un nuevo Estado español que sale de una larga dictadura que tiene que elegir su nuevo camino por el mundo. Se discute si debe alinearse en la NATO, organización político-militar atlántica bajo la égida de los EEUU., o debe permanecer neutral. En el último pleno del Senado, el ministro de asuntos exteriores, Marcelino Oreja, nos dijo que España trata de ser neutral en el Norte de África, pero veo que ha entregado el Sahara a Marruecos y Mauritania.
También Canarias es suavemente empujada a la marroquinación. Cuando habló de la NATO, expresó la inclinación atlantista de la UCD. Sólo la izquierda quiere el neutralismo para nuestro Estado.
Suiza es tradicionalmente neutral. Ni siquiera entra en la Comunidad Económico político europea. Pero he analizado de cerca su neutralidad y pone los pelos de punta. Tiene el ejército más moderno y entrenado que imaginarse pueda. Su aviación evoluciona por los desfiladeros y los angostos valles con la seguridad de los insectos. He visto en Chur, escondido cantón oriental, los soldados con uniformes de abigarrados colores de camuflaje entrenándose a fondo. Las autopistas pueden ser levantadas en el aire e interrumpidas para frenar al invasor en pocas horas. Sus fábricas envían armamento a los cuatro puntos cardinales. «Es necesario para mantener la modernidad del propio ejército.» Sus montañas están horadadas por largos túneles para situaciones de emergencia. Y todas las familias deben pagarse la construcción de un refugio atómico bajo tierra. He descendido a uno de esos refugios atómicos después de atravesar tres puertas de seguridad sucesivas. Alucinante. Esa es la paz y la neutralidad de los ricos. ¿Cómo habrá de ser la nuestra?
Lluís M. Xirinacs.